Jerusalén quedó salpicada de blanco el jueves tras una tormenta invernal que cubrió de nieve buena parte de las zonas altas de la región.
El dorado de la emblemática Cúpula de la Roca asomaba bajo la nieve. Las principales autopistas a Jerusalén y sus principales avenidas quedaron cortadas; y escuelas y negocios cerraron durante la jornada mientras las topadoras municipales trabajaban para despejar las calles.
- Te puede interesar: África: Suman al menos 70 muertos por tormenta Ana
La policía israelí también cerró importantes autopistas en las montañas de Cisjordania por las condiciones peligrosas de la carretera.
Las principales carreteras que dan entrada a la ciudad permanecen cortadas y se ha suspendido el servicio de autobuses interurbanos; aunque sí está operativo el tren que une Jerusalén y Tel Aviv.
Dentro de Jerusalén, también se ha suspendido el transporte público a excepción de la única línea de tranvía que atraviesa la ciudad, y las escuelas y demás centros educativos han suspendido hoy las clases.
Los servicios municipales trabajaron durante la noche para limpiar de nieve las principales calles de la ciudad, con 250 quitanieves desplegados y unas 150 toneladas de sal esparcidas por las carreteras.
- También puedes ver: Un soldado mata a cinco compañeros y huye con el arma en Ucrania
La nieve también llegó a Ramala y Belén, en Cisjordania ocupada, ya que alcanzó municipios situados por encima de los 700 metros; mientras que Elpida causó fuertes vientos y lluvias en puntos más bajos de Israel y de los territorios palestinos.
Nevadas de esta envergadura no son habituales en Jerusalén, aunque en febrero del año pasado se produjo una similar; mientras que la última gran nevada data de 2013, cuando un fuerte temporal cortó el suministro eléctrico en varios vecindarios y cubrió la ciudad con 3 centímetros de nieve, mientras que en Golán se llegó a los 90.
Por DW