Un Tribunal Supremo en Irán condenó a muerte a un hombre de 27 años de edad y a su amante, una mujer de 33 años luego de ser acusados de adulterio por la esposa de este, quien además presentó pruebas de que había sido engañada.
A principios de este año, la mujer engañada presentó a la policía de Irán los vídeos de su marido y su amante manteniendo relaciones sexuales, antes de perdonarlos. Sin embargo, su padre exigió la pena de muerte para su yerno y su amante.
Shargh informa en su edición del sábado que la 26ª sala del Tribunal Supremo de Irán ha confirmado recientemente la sentencia “basándose en los vídeos y en sus confesiones”.
En Irán, el adulterio se castiga con la muerte por lapidación, según el artículo 104 del Código Penal; pero el juez puede optar por ahorcar a las personas en lugar de apedrearlas.
Si la familia de una víctima concede el indulto a un criminal condenado a muerte, la sentencia no se ejecuta.
Cabe señalar que no se sabe con certeza qué método de ejecución que será utilizado en la pareja condenada.
Según la ONG de derechos humanos Amnistía Internacional, Irán ejecutó a 246 personas en 2020.
Tribunal Supremo en Irán dictó la sentencia
Los países que consideran el adulterio como un crimen suponen una minoría en el mundo. La tendencia en las últimas décadas ha sido, de hecho, la progresiva descriminalización en un número considerable de países.
Sin embargo, todavía hay lugares en que consideran el adulterio como un delito con sanciones. Y las sanciones van desde una multa de escasa cuantía hasta la pena de muerte por lapidación.
En la mayoría de ellos, por suerte, es raro que lleguen a instruirse a los procesos penales y son menos frecuentes a imponerse las penas máximas establecidas. Pero las legislaciones siguen vigentes y suponen una amenaza potencial que, en ocasiones, sí llega a concretarse en condenas severas.
