Un incendio se registró este miércoles en la central nuclear de Grafenrheinfeld, Alemania, durante su proceso de desmantelamiento, dejando un saldo de 11 trabajadores heridos. Cinco de ellos fueron trasladados al hospital con lesiones leves.
Las autoridades aseguraron que no hubo liberación de material radiactivo ni sustancias tóxicas, por lo que la población no estuvo en riesgo. La Policía Criminal de Schweinfurt investiga las causas del incidente para determinar si se debió a fallas técnicas o errores humanos.
La central de Grafenrheinfeld inició operaciones en 1982 y fue desconectada en 2015 como parte de la política alemana de abandono de la energía nuclear. Tras el desastre de Fukushima en 2011, Alemania reforzó su compromiso de reducir la dependencia de la energía atómica y priorizar fuentes renovables.
El cierre de la planta fue un paso clave en esta transición. En su momento, la ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, destacó que cada cierre reducía el riesgo residual de la energía nuclear y acercaba al país a un sistema energético más sostenible.
Fuego en planta nuclear de Grafenrheinfeld, Alemania
Aunque el incendio no representó una amenaza para la población, el desmantelamiento de centrales nucleares conlleva riesgos significativos, como:
– El retiro del combustible gastado.
– La manipulación de residuos radiactivos.
– El desmontaje de estructuras altamente contaminadas.
Alemania busca obtener el 80% de su electricidad de fuentes renovables para 2050, priorizando la energía solar y eólica. Sin embargo, la eliminación de las centrales nucleares plantea desafíos como garantizar un suministro estable, evitar el encarecimiento de la energía y proteger el empleo en el sector.
