Erigido en 1986, el Sportica Complex se erigía como un icónico estadio del baloncesto de Francia con espacio para 3.043 espectadores.
Sin embargo, la jornada del pasado lunes marcó un episodio desgarrador para el BCM Gravelines-Dunkerque, actualmente clasificado en el penúltimo puesto de la Primera División del baloncesto francés, cuando un voraz incendio consumió por completo su pabellón.
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Este complejo, situado en Dunkerque, comenzó a arder alrededor de la una de la tarde del 25 de diciembre, desencadenando una respuesta de hasta siete estaciones de bomberos.
La noticia fue divulgada por el propio club a través de sus plataformas de redes sociales, expresando gratitud por los mensajes de apoyo y elogios hacia los bomberos que luchaban incansablemente para sofocar las llamas.
«Gracias a todos por sus mensajes de apoyo. Los bomberos están haciendo todo lo posible para apagar este horrible incendio que está destruyendo nuestra Sportica... Gracias a estos héroes, les mandamos toda nuestra fuerza», declaró el Gravelines.
Merci à tous pour vos messages de soutien.
Les pompiers sont en train de faire le maximum pour venir à bout de cet incendie horrible qui est en train de détruire notre Sportica…
Merci à ces héros, nous leurs envoyons toute notre force 🧡 pic.twitter.com/F4GdrdDqGl
— BCM Basketball (@BCMBasket) December 25, 2023
El incendio representa un golpe devastador para el BCM Gravelines-Dukerque, fundado en 1984, y que, a pesar de sus logros, ocupa una posición desfavorable en el campeonato nacional. En su historial resalta la conquista de la Copa de Francia en 2005 y el subcampeonato del campeonato francés en 2004.
Incendio Trágico en Estadio de Francia
Las autoridades atribuyen el origen del incendio a un problema eléctrico en una piscina cercana. Aunque los daños materiales son significativos, el alcalde de la ciudad ya contempla la posibilidad de una reconstrucción completa, aliviando, al menos, la ausencia de pérdidas humanas.
Construido hace más de tres décadas, el Sportica Complex no solo era un estadio, sino un símbolo del baloncesto francés; y la tragedia del incendio deja tras de sí una profunda huella en la historia del deporte local. La capacidad para 3.043 espectadores ahora queda envuelta en ruinas; generando la incertidumbre sobre el futuro del equipo y del estadio que alguna vez fue el epicentro de la emoción baloncestística.
