Un jurado de Dakota del Norte condenó a Greenpeace a pagar una considerable indemnización por daños y perjuicios a la empresa energética Energy Transfer (ET), que opera el oleoducto Dakota Access.
La demanda fue interpuesta debido a las protestas organizadas por la ONG contra la construcción de este oleoducto; un caso que plantea importantes preguntas sobre los límites de la libertad de expresión en Estados Unidos.
El veredicto es un duro golpe para Greenpeace, que la acusaron por ET de orquestar una campaña de violencia y difamación contra la empresa. Energy Transfer celebró el fallo judicial y agradeció al juez y al jurado el esfuerzo dedicado al caso.
La empresa también expresó que su victoria es para la comunidad de Mandan y todo Dakota del Norte, que vivió el impacto de las protestas y las interrupciones causadas por los manifestantes, financiados y entrenados por Greenpeace.

Greenpeace denuncia intento de silenciar su activismo
Por su parte, Greenpeace denunció que este caso tiene como objetivo silenciar su voz y limitar su capacidad para actuar en defensa del medio ambiente. La organización ecologista afirmó que el fallo representa un intento de suprimir la protesta legítima y el activismo ambiental.
Las protestas contra el oleoducto Dakota Access fueron uno de los movimientos más grandes en la historia de Estados Unidos, especialmente la protesta liderada por la tribu sioux de Standing Rock; que se opuso firmemente a la construcción del oleoducto. Estas manifestaciones resultaron en cientos de heridos y arrestos; lo que llevó a la ONU a expresar su preocupación por las violaciones de los derechos de los pueblos indígenas.