A 19 años de cárcel condenaron a una mujer en Rusia por envenenar su hija, de 23 años con parálisis cerebral, y a sus tres pequeños nietos.
Según las investigaciones policiales, la adulta mayor había perdido a su esposo y desde entonces debía hacerse cargo de su familia; pero el trabajo se había vuelto “demasiado pesado”, así que decidió acabar con sus vidas.
Los hechos se presentaron en una vivienda ubicada en un pueblo de la región de Sarátov, en Rusia, cuando Lidia Shiryaeva, «cansada de cuidar» de su hija de 23 años con parálisis cerebral y sus tres nietos pequeños, decidió eliminar toda su responsabilidad y apagar la vida de sus familiares, poco después de perder a su esposo en un accidente automovilístico, reseñan medios locales.
Abuela decidió acabar con sus vidas nietos e hija
De acuerdo con informes, la muerte de su pareja había afectado profundamente a la asesina, lo que la habría llevado, posiblemente, a cometer el terrible crimen.
Sin embargo, un examen médico determinó que Shiryaeva se encontraba en sano juicio al momento de envenenar a su hija y a los tres niños.
Al parecer, desde que su esposo murió, la mujer se había hecho cargo de la crianza de los menores de edad, que tenían tres, cinco y siete años; porque su madre, hija de la acusada, no podía hacerse cargo de ellos debido a su condición médica. Shiryaeva entonces, sin dudarlo, acabó con sus vidas «para terminar con su responsabilidad».
“Mientras todos estaban distraídos, salí y traje un paquete de veneno. Sabía que había veneno en la guantera del auto de mi esposo; así que lo agregué a la sopa, la revolví y luego alimenté a mis nietos y a mi hija con esa sopa»; confesó la delincuente en el tribunal.