Dos trabajadores perdieron la vida en el aeropuerto internacional de Atlanta, luego de la explosión de un neumático de un Boeing 757 de la aerolínea Delta Air Lines. De acuerdo con el reporte de las autoridades, el incidente ocurrió alrededor de las 5 de la mañana en un hangar de mantenimiento cerca de la terminal internacional del aeropuerto.
La unidad, un Boeing 757-232, con una antiguedad de 31 años, se mantuvo en tierra luego de su último vuelo de la noche del domingo proveniente de Las Vegas, Nevada. Selta confirmó las muertes en un comunicado; agregó que un tercer trabajador resultó herido en la explosión. Fuentes dijeron a WSB-TV que el trabajador sobreviviente resultó gravemente herido.
«La familia Delta está desconsolada por la pérdida de dos miembros del equipo y la lesión de otro tras un incidente ocurrido esta mañana”; indicó la aerolínea en un comunicado. “Hemos brindado todo nuestro apoyo a los familiares y colegas durante este momento increíblemente difícil».
No se habían dado a conocer detalles sobre la causa de la explosión y el incidente no parece haber afectado a las salidas y llegadas en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson; que es el principal centro de operaciones de Delta y el aeropuerto con mayor tráfico de pasajeros del mundo, indicó el “The Daily Beast”.
Polémica de aviones de Boeing
Boeing, uno de los mayores fabricantes de aviones del mundo, se declaró culpable de un cargo de fraude criminal relacionado con dos trágicos accidentes de su modelo 737 Max, ocurridos en 2018 y 2019; que resultaron en la muerte de 346 personas.
Como parte del acuerdo, Boeing deberá pagar una multa de 243.6 millones de dólares y aceptar la supervisión de un monitor independiente que evaluará sus procedimientos de seguridad y calidad durante un periodo de tres años. Además, la compañía se comprometió a invertir al menos 455 millones de dólares en programas de cumplimiento; y seguridad para mejorar sus procesos internos y evitar futuros incidentes similares.
El acuerdo de culpabilidad surge después de que los fiscales federales de Estados Unidos acusaran a Boeing de haber engañado a los reguladores durante el proceso de aprobación del avión 737 Max; específicamente en relación con un sistema de control de vuelo que estuvo implicado en los accidentes en Indonesia en octubre de 2018 y en Etiopía en marzo de 2019. Este sistema, conocido como MCAS; fue señalado como un factor determinante en ambos accidentes.
Las víctimas han expresado su descontento
Aunque el acuerdo cubre las acciones de Boeing antes de los accidentes, no ofrece inmunidad a la compañía por otros incidentes recientes; como el desprendimiento de un panel en un vuelo de Alaska Airlines en enero. Además, el acuerdo no protege a los actuales o exfuncionarios de Boeing de posibles acciones legales, solo protege a la corporación como entidad.
Los abogados de algunas de las familias de las víctimas han expresado su descontento con el acuerdo, calificándolo de insuficiente y han señalado que planean solicitar al juez que rechace el acuerdo de culpabilidad. Alegan que el acuerdo no hace justicia a la magnitud del daño causado por la conspiración y el engaño de Boeing; que resultaron en la pérdida de 346 vidas.