Dos niñas sirias murieron a causa del duro clima invernal en el noroeste de Siria, donde la nieve y la lluvia han destruido las tiendas de campaña de cientos de familias desplazadas, dijo el martes la ONU.
«Una niña de siete días y otra de dos meses han muerto de frío en la provincia de Idlib», indicó a la AFP la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
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Según un corresponsal de la AFP en el norte de Idlib, ambas niñas habían sido trasladadas al hospital de la aldea de Haranbush, que recibió una gran afluencia de niños enfermos en los últimos días.
La situación es aún más preocupante para los desplazados que necesitan atención médica, ya que muchos hospitales de la provincia de Idlib corren el riesgo de cerrar debido a la disminución de la ayuda internacional y a la escasez de medicamentos y equipos.
Las muertes de niños en los campamentos de desplazados internos de Idlib son frecuentes durante el invierno.
Cuando tienes que hacer guardia nocturna para que tus hijos no mueran de frío.
Refugiados.
Idlib, Siria.@mohamad_saeed4 pic.twitter.com/2uMQYlCgjP— Miguel A. Rodríguez (@Marodriguez1971) January 27, 2022
«Los niños están expuestos al frío. Viven en tiendas de campaña gastadas. Falta ropa de invierno y combustible», indicó el portavoz de la OCHA, Patrick Nicholson.
Según OCHA, las condiciones meteorológicas de enero destruyeron al menos 935 tiendas de campaña y dañaron más de 9.000 en varios campamentos de desplazados.
Frío asola los campos de refugiados en Siria
Los refugiados sirios, que huyen de más de una década de guerra en su tierra natal, han visto su situación agravada por una auténtica avalancha de nieve y frío. En Jordania, Líbano y Siria las temperaturas han bajado más de lo que lo han hecho en 40 años.
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Además, la nieve y el granizo que están acompañando a los fuertes vientos, que alcanzan más de 80 km/h; están poniendo en peligro la vida de millones de personas que viven en circunstancias muy precarias.
Si bien las nevadas y las temperaturas bajo cero no son inusuales en el Medio Oriente; el cambio climático ha provocado una virulencia sin precedentes de las tormentas invernales, manteniendo los termómetros en cotas no vistas desde hace décadas.