Una joven de 24 años fue arrestada en Georgia, Estados Unidos, tras sufrir un aborto espontáneo. La situación generó gran controversia y reacciones en todo el país por la forma en que fue tratada por las autoridades.
Según los informes oficiales; el pasado 20 de marzo los servicios de emergencia respondieron a una llamada en la ciudad de Tifton, donde encontraron a Selena Maria Chandler-Scott, de 24 años, inconsciente y con una hemorragia grave. La llevaron de urgencia a un hospital local, donde lamentablemente perdió a su hijo.
La controversia surgió cuando un testigo aseguró que la joven había depositado los restos fetales en un contenedor de basura cercano a su vivienda. A raíz de esta declaración, las autoridades arrestaron a Chandler-Scott al día siguiente y la acusaron de ocultar la muerte de otra persona y de abandonar un cadáver.
No obstante, el 4 de abril la Fiscalía del condado de Tift desestimó todos los cargos en su contra. En declaraciones recogidas por la revista People, el fiscal de distrito Patrick Warren señaló;
“Si bien las autoridades actuaron de buena fe y respondieron a una situación muy difícil y emotiva, ahora está claro que no se violó ninguna ley penal”.
No hubo delito en aborto de 19 semanas
Warren explicó que; de acuerdo con la legislación del estado de Georgia, ambos cargos solo se aplican si la víctima ha nacido y vivido de forma independiente de la madre. Una autopsia posterior confirmó que Chandler-Scott había sufrido un aborto espontáneo a las 19 semanas de gestación; por lo que no se cumplían los requisitos legales para mantener los cargos.
El caso ha reavivado el debate sobre los derechos reproductivos en Estados Unidos, especialmente en estados con legislaciones más restrictivas. Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres advierten que situaciones como la de Chandler-Scott podrían volverse más comunes si no se establecen protocolos claros y respetuosos ante emergencias obstétricas.
