A pesar del toque de queda impuesto, las manifestaciones en Martinica continúan en aumento; mientras el Estado francés intensifica la represión en respuesta al cuarto día de protestas contra el elevado costo de vida.
Los habitantes de la isla denuncian que los precios de los alimentos son hasta un 40% más altos que en la Francia continental, lo que ha generado un creciente malestar ante la falta de respuestas por parte del gobierno francés; que ha optado por medidas represivas en lugar de atender las demandas de la población.
En esa línea, desde el pasado viernes en Fort-de-France, capital de la isla, y en Le Lamentin, ambas ciudades en plena efervescencia del movimiento contra la carestía de la vida, el prefecto Jean-Christophe Bouvier (autoridad colonial en Martinica); prohibió las «manifestaciones, concentraciones y otras concentraciones de protesta».
La medida busca controlar el clima de creciente descontento popular debido a la carestía de la vida; donde los precios de los alimentos son un 40% más altos que en la Francia continental.
Protestas en Martinica desafían el toque de queda
Los manifestantes, encabezados por la Agrupación por la Protección de los Pueblos y Recursos Afrocaribeños (RPPRAC); exigen la equiparación de los precios en Martinica con los de Francia.
Ante el rechazo de los supermercados a cumplir con estas demandas, los bloqueos y las acciones directas han ganado terreno y las tensiones se incrementaron cuando uno de los líderes del movimiento, Rodrigue Petitot, fue detenido; lo que provocó una huelga de estibadores exigiendo su liberación.
Las medidas del gobierno francés, que intentan presentarse como soluciones, han sido insuficientes y vistas como un intento de calmar las aguas sin abordar el problema estructural. Una propuesta de reducción del 20% en el precio de 2.500 productos de primera necesidad fue rechazada por los manifestantes; quienes consideran estas medidas cosméticas e insultantes frente a las demandas populares.
La crónica local señala que población, hastiada por la falta de respuestas, ha recurrido a la quema de vehículos y ataques a comercios. Las autoridades reportan que al menos 11 policías y tres manifestantes han sufrido heridas de bala y 15 personas han sido detenidas. A su vez; al menos 44 vehículos han sido incendiados y se unas 35 tiendas fueron saqueadas.
Sin respuesta ante fuertes protestas
Con este trasfondo, el prefecto decidió el despliegue de más fuerzas de seguridad para controlar la situación. «He pedido que las principales carreteras y rotondas estén bajo vigilancia constante y que se proceda con la mayor cantidad de detenciones posibles», afirmó
Sin embargo, la respuesta represiva no ha logrado sofocar las protestas, que continúan intensificándose, y el movimiento parece estar lejos de amainar.
Es importante señalar que los precios exorbitantes en Martinica benefician sobre todo a los grandes grupos minoristas, en particular al Grupo Bernard Hayot; que solo en 2021 tuvo ventas por 3.000 millones de euros.
Este grupo se fundó gracias al capital familiar acumulado con la explotación del azúcar bajo la esclavitud, y luego con las indemnizaciones pagadas por el Estado cuando se liberó a los esclavos en 1849.
El movimiento en Martinica resuena con otras protestas en territorios bajo dominio francés, como Kanaky (Nueva Caledonia), donde las fuerzas de seguridad son señaladas como responsables de la muerte de dos jóvenes en recientes enfrentamientos.