El excomandante general del Ejército boliviano, Juan José Zuñiga, fue apresado tras liderar un intento de golpe de Estado contra el gobierno de Luis Arce. Arce, calificando el movimiento como un «golpe de Estado», nombró nuevos comandantes del Ejército en la sede del Ejecutivo. Zuñiga fue capturado al salir del Estado Mayor de Bolivia a las 7:00 p.m., luego de irrumpir con tanques en el palacio presidencial.
Zuñiga acusó a Arce de ordenar la operación para elevar su popularidad y declaró que se reunió con el presidente en días previos, sugiriendo que Arce planeaba una acción para enfrentar una semana crítica. La Fiscalía de Bolivia anunció una investigación penal contra Zuñiga y otros implicados, buscando la máxima sanción para los responsables y defendiendo la legalidad y la democracia.
El intento golpista generó movilizaciones masivas en apoyo a Arce y rechazo a la acción militar. Evo Morales suspendió las convocatorias tras el repliegue de los militares. Arce agradeció el apoyo popular e internacional, destacando la defensa de la democracia boliviana. La expresidenta interina Jeanine Áñez condenó la movilización militar y pidió que Arce y Morales se retiren por medio del voto en 2025.
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, explicó que Zuñiga fue destituido un día antes del golpe fallido debido a declaraciones controvertidas y amenazas contra Morales. Tras el intento golpista; ciudadano se volcaron a mercados y cajeros automáticos, recordando la crisis de 2019.