El papa emérito Benedicto XVI, acusado este jueves de pasividad ante cuatro casos de pedofilia, había pasado a la historia en 2013; tras ocho años confrontado a intrigas y escándalos, al ser el primer pontífice en abdicar desde hacía siete siglos.
El religioso alemán, de 94 años, conocido por sus posiciones conservadores; que ha vivido desde su sorprendente retiro en un convento refaccionado dentro del Vaticano, se encuentra de nuevo en el ojo del huracán.
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Un informe encargado por la iglesia alemana lo acusa de haber encubierto cuatro casos de abusos sexuales contra niños cuando era arzobispo de Múnich y Freising, entre 1977 y 1982.
El papa emérito, que rebatió todas las acusaciones, según los autores del informe; ha sido por años el punto de referencia teórico de los sectores ultraconservadores de la Iglesia, sobre todo de los que se oponen a su sucesor, el argentino Francisco.
Refinado teólogo, había participado hace más de medio siglo como consejero en las labores del Concilio Vaticano II (1962-1965); que modernizaron y renovaron a la Iglesia.
Pero pronto Ratzinger se alineó con los sectores conservadores de la Curia y encabezó con vigor la lucha contra la «Teología de la Liberación» en América Latina.
En esa linea, cuando era cardenal presidió con mano dura la Congregación para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio de la Inquisición.
Ya en el trono de Pedro, lanzó una ofensiva mundial contra el aborto, la eutanasia y la legalización de las uniones homosexuales.
Su estilo y su mensaje eran muy complejos y presentaban numerosos matices.
Tolerancia cero
En los últimos años de su pontificado, cuando enfrentó un aluvión de denuncias de abusos sexuales de religiosos católicos contra menores en numerosos países; tomó la decisión de pedir perdón públicamente y de preconizar la «tolerancia cero» contra los curas pedófilos.
Las acusaciones actuales de «inacción» resultan amargas ya que cuando era prefecto del ex Santo Oficio intentó juzgar al pederasta mexicano padre Macial Maciel, fundador de la poderosa congregación Legionarios de Cristo, pero fue bloqueado por parte de la Curia Romana.
Apenas elegido en 2005 al trono de Pedro, ordenó a Maciel retirarse a una vida de oración y penitencia tras los terribles crímenes cometidos; el mayor castigo para un clérigo.
Se vio confrontado además al escándalo del ‘Vatileaks’; como se conoce la filtración en 2012 de documentos confidenciales a la prensa italiana, que puso de manifiesto las intrigas y divisiones en la Curia.
Al anunciar su renuncia, alegó «falta de fuerzas» y se refirió en sus últimos mensajes a las «aguas agitadas»; en las que tuvo que mantener el timón de una congregación religiosa de más de 1 mil 200 millones de fieles.
Benedicto XVI una vida en los palacios vaticanos
Ratzinger pasó la mayor parte de su vida dentro de los palacios vaticanos, por lo que su experiencia pastoral fue muy corta, de 1977 a 1981 en Munich, Alemania.
Nacido el 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn, en la diócesis de Passau, en Baviera, Ratzinger fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951; nombrado arzobispo de Múnich en marzo de 1977 y proclamado cardenal el 27 de junio de 1977 por el papa Pablo VI.
El papa alemán creció en el seno de una familia bávara muy católica y patriótica. Su padre era gendarme de policía.
En 1943, con 16 años, fue incorporado, al igual que todos los demás seminaristas de su clase; como auxiliar de la defensa antiaérea nazi y en septiembre de 1944, cuando tenía la edad requerida, tuvo que ingresar al ejército.
En varias ocasiones, como cardenal y como pontífice, denunció «la inhumanidad» del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial; disipando así toda sospecha de complicidad.
Después del conflicto, a comienzos de la década de los 50, Ratzinger comenzó a enseñar teología en el Instituto Superior de Fresssing; y se convirtió en brillante profesor de numerosas universidades alemanas, entre ellas las de Bonn, Münster y Ratisbona.
El segundo papa extranjero en más de cuatro siglos, elegido pontífice el 19 de abril del 2005 tras un Cónclave que duró menos de 24 horas; autorizó la misa en latín.
Entre 2007 y 2012 publicó tres libros en los que reflexiona sobre la figura de Jesucristo, un imponente ejercicio intelectual; que además fue un éxito internacional de ventas.
El papa número 265 de la historia de la Iglesia visitó durante su pontificado una veintena de países, entre ellos España, en tres ocasiones; así como Brasil, México y Cuba.