Al menos 226 personas fallecieron en un bosque del sureste de Kenia, donde se reunió una secta cuyo líder animó a hacer un ayuno extremo «para encontrarse con Jesús; según un nuevo balance comunicado este miércoles por las autoridades, tras encontrar 15 cadáveres más.
La policía cree que la mayoría de los cuerpos descubiertos cerca de la ciudad costera de Malindi corresponden a los seguidores de la secta de Paul Nthenge Mackenzie, un ex taxista que se autoproclamó «pastor» de la Iglesia Internacional de la Buena Noticia (Good News International Church), que él mismo creó.
Al término de las operaciones de este miércoles, «14 cadáveres fueron exhumados y otro fue encontrado en el bosque»; declaró la prefecta de la región, Rhoda Onyancha, y añadió que otra persona más fue hallada viva.
226 cadáveres hallados en Kenia por prácticas de secta
Según las autopsias practicadas sobre los 112 primeros cuerpos, la mayoría de las víctimas murieron de hambre, tras seguir la prédica de Paul Nthenge Mackenzie, que a su vez será procesado por «terrorismo».
Algunas víctimas, entre ellas varios niños, fueron no obstante estranguladas o golpeadas; según indicó hace dos semanas el jefe de las operaciones forenses, Johansen Oduor.
Las autopsias también revelaron que en algunos cuerpos faltaban órganos, según destacó el directorio de investigaciones criminales en un documento judicial consultado por AFP el 9 de mayo, y en el que se habla de un «tráfico de órganos humanos bien coordinado y con varios actores implicados».
El ministro del Interior, Kithure Kindiki, pidió prudencia al respecto y afirmó que es «una teoría sobre la que estamos indagando».
Paul Mackenzie, está detenido desde que se entregó a las autoridades el 14 de abril; después de que las autoridades encontraran las primeras víctimas en el bosque de Shakahola. Desde entonces se hallaron unas 50 fosas comunes en la zona.
El pastor más influyente de Kenia, Ezekiel Odero, fue también detenido el 28 de abril en el marco del caso, y luego puesto en libertad bajo fianza. A Odero se le investiga por la posible presencia de sus fieles entre las víctimas encontradas en Shakahola. Más de 20 cuentas bancarias pertenecientes a él fueron congeladas.