Los castigos severos, amputaciones y ejecuciones implementados durante el último régimen del Talibán regresarán a Afganistán ahora que la milicia islámica ha vuelto al poder, aseguró uno de los fundadores del grupo y quien fue encargado de disciplina ideológica en el régimen pasado.
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En entrevista con The Associated Press, el mulá Nurudín Turabi desestimó las críticas al régimen anterior, cuando los presos eran ejecutados en estadios llenos, y pidió a los demás países que no interfieran con el nuevo gobierno.
“Todo el mundo nos criticaba por los castigos en los estadios; pero nosotros jamás los criticamos a ellos por sus leyes o sus castigo»; expresó Turabi durante la entrevista en Kabul.
“Nadie nos va a decir cuáles leyes debemos tener. Seguiremos los lineamientos del islam y nuestras leyes estarán basadas en el Corán”, añadió.
Desde que el Talibán regresó al poder el agosto tras una ofensiva relámpago en todo el país y ante la retirada de las fuerzas extranjeras, la comunidad internacional ha estado atenta a ver si la milicia re impondrá el estricto régimen teocrático con el que gobernó durante la década de 1990.
Regresarán los castigos severos, amputaciones y ejecuciones
Los comentarios de Turabi parecen indicar que la cúpula del grupo permanece sumida en una visión conservadora e intransigente, si bien ha aceptado ciertos avances tecnológicos, como los videos y los teléfonos celulares.
Turabi, ahora de unos 60 años, fue ministro de justicia y encabezaba el llamado Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio;es decir, la policía religiosa, en el régimen talibán anterior.
Nuevo gobierno
En ese entonces el mundo condenó los castigos aplicados por el Talibán, que se realizaban en el estadio deportivo de Kabul o en la enorme mezquita Eid Gah, frente cientos de afganos.
“Cortar manos es sumamente necesario por razones de seguridad”; afirmó, aseverando que el castigo tiene un efecto disuasivo. El gobierno, añadió, está estudiando la posibilidad de volver a hacer públicos los castigos y “ya desarrollaremos una política al respecto”.
En días recientes en Kabul, guardias talibanes resucitaron un castigo que usaban en el pasado: humillar en público a hombres acusados de hurtos menores.