Alrededor de 100 migrantes guatemaltecos sin documentos fueron descubiertos apiñados en una residencia en el municipio de Santa Ana; que se ubica en el estado de Sonora, en la frontera con Estados Unidos (EE. UU.).
“El Instituto Nacional de Migración (INM), en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); Guardia Nacional (GN) y autoridades estatales, localizó en Sonora a 101 migrantes extranjeros de origen guatemalteco”, refirió el INM.
Al indicar que este incidente ocurrió dentro de una vivienda, específicamente en una habitación en estado de desatención; previamente las autoridades habían señalado que este considerable conjunto de individuos eran; «presuntamente de procedencia extranjera».
Los datos aportados por el Instituto confirman que se trata de 11 menores no acompañados (dos niñas y nueve niños); 12 familias integradas por 27 personas y 63 adultos (nueve mujeres y 54 hombres).
#Comunicado 📄 @INAMI_mx en coordinación con @SEDENAmx, @GN_MEXICO_ y autoridades estatales, localizó en #Sonora a 101 #migrantes extranjeros de origen guatemalteco 🇬🇹 Se encontraban en el interior de una casa habitación en condiciones de abandono.
🔗 https://t.co/0JxfhDB1Dn pic.twitter.com/ksfCTX6873— INM (@INAMI_mx) February 23, 2024
Crisis migratoria en México
Al declarar que las personas encontradas “no pudieron acreditar su estancia regular en el país”; el organismo remarcó que “los menores de edad y núcleos familiares fueron puestos a resguardo del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF); en tanto que los adultos fueron trasladados a instalaciones del INM”.
Según informes locales, el descubrimiento evidencia el aumento sin precedentes en el flujo migratorio de los últimos años en la zona, donde México registró un incremento de aproximadamente el 77 por ciento en la migración irregular en 2023, con más de 782.000 casos detectados.
Igualmente, plataformas comunicativas o de derechos humanos alertan sobre la migración y la construcción de la criminalización de las personas del colectivo migrante. Es “una realidad que mantiene la industria del control migratorio en auge. Es decir; criminalizar es sinónimo de acumulación de riqueza por parte de grandes corporaciones internacionales y, por tanto, la mal llamada crisis migratoria; sigue siendo la justificación de esta macro empresa llamada migración”, manifestó Desinformémonos.
En cuanto a las mujeres y niñas migrantes, sigue existiendo la violencia sexual, institucional, psicológica y comunitaria; así como la falta de acceso a la justicia y a servicios de salud sexual y reproductiva.