Los demócratas han declarado la guerra a Robert F. Kennedy Jr., considerándolo un obstáculo en el camino de la reelección de Joe Biden; tras ser escarmentados por las lecciones de la historia política estadounidense.
En definitiva, las encuestas indican que la presencia de RFK Jr. perjudica más a Biden que al candidato republicano Donald Trump; desde la derrota de Al Gore en 2000 y de Hillary Clinton en 2016, los demócratas han aprendido a temer a los independientes.
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Con un 10% de popularidad en las encuestas, Kennedy complica la estrategia de Biden, quien busca enfrentarse a Trump en una elección directa. El hijo del exfiscal general «Bobby» Kennedy tiene la intención de figurar en las papeletas de seis estados en noviembre y ha reunido apoyos para ello. Sin embargo, su postura en contra de las vacunas y sus opiniones conspirativas han generado controversia.
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La reacción demócrata ha sido ofensiva, con vallas publicitarias cerca de los mítines de RFK Jr. y acciones legales para evitar su inclusión en las papeletas. Sin embargo, no está claro si estas acciones perjudicarán más a los demócratas que a Trump.
Las opiniones de Kennedy y su oposición a la ayuda a Ucrania lo han convertido en un favorito del movimiento trumpista «Make America Great Again» (MAGA). Aunque Trump ha descartado la idea de que Kennedy sea otro Ross Perot, señala que es el adversario político de Biden, no el suyo.
Kennedy inició su candidatura como demócrata, pero abandonó la carrera bajo presión de aliados de Biden. Este movimiento ha sido considerado un «error gigantesco» por algunos, como el asesor de George Bush padre, Keith Nahigian. Sin embargo, advierte que los candidatos independientes pueden tener un gran impacto en una elección, y es importante tomarlos en serio, independientemente del partido al que pertenezcan.
