Al menos 70 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas el viernes en un bombardeo contra una cárcel controlada por los rebeldes en Yemen; en un ataque atribuido a una coalición liderada por Arabia Saudita y condenado por el secretario general de la ONU.
En un comunicado el sábado de madrugada, un portavoz de la coalición negó que hubieran dirigido un bombardeo contra esta cárcel; y aseguró que las informaciones al respecto «no tenían base ni fundamento».
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El ataque se produjo en medio de la noche y alcanzó una cárcel en Saada, bastión de los rebeldes hutíes en el norte de Yemen. La oenegé Médicos Sin Fronteras señaló que al menos 70 personas murieron y 138 resultaron heridas.
La organización, que denunció el «horrible» ataque, indicó que la cifra se refiere únicamente a los pacientes enviados a un hospital de la ciudad de Yemen; pero que hay «otros dos establecimientos (que) han recibido numerosos heridos».
Los rebeldes publicaron un vídeo en el que se mostraba el ataque a la prisión, con edificios destruidos; socorristas sacando cuerpos de los escombros y cadáveres mutilados en las inmediaciones.
En el comunicado de Riad, que acusa a los hutíes de «desinformación»; la coalición asegura que la cárcel no aparecía en la «Lista de No Bombardeo» acordada con Naciones Unidas y «no había sido comunicada al Comité Internacional de Cruz Roja».
Ataque liderado de la coalición en Yemen
Más al sur, en la ciudad portuaria de Hodeida; otro ataque liderado de la coalición internacional liderada por Arabia Saudita impactó una instalación de comunicaciones y mató a tres niños que jugaban cerca.
«Al parecer, los niños estaban jugando en un campo de fútbol cercano cuando cayeron los misiles»; según indicó Save the Children.
Ocho oenegés que trabajan en Yemen, entre ellas Save the Children, Acción contra el Hambre y Oxfam, se dijeron «horrorizados» por la «flagrante indiferencia»; hacia la vida de civiles en un comunicado conjunto y denunciaron que entre los fallecidos había migrantes, mujeres y niños.