Al menos 30 personas murieron, entre ellas altos cargos militares, y otras 21 resultaron heridas en el atentado suicida ocurrido este viernes en Galkayo, en el centro de Somalia, antes de la visita del primer ministro del país, Mohamed Hussein Roble, de acuerdo a un balance dado a conocer este sábado.
"La mayoría de los fallecidos eran militares, entre ellos tres comandantes", confirmó el portavoz del Gobierno regional de Galmudug, Osman Isse Nur.
El primer ministro acudió de todas formas a la localidad para asistir a los funerales de los militares y condenó el ataque como un "acto bárbaro de terrorismo".
We held a State funeral for our fallen heroes in Galkayo today. The blood of our martyrs will not be in vain. We shall sustain their cardinal mission to pursue & neutralize all terrorists & will support the bereaved families. May Allah grant them paradise. pic.twitter.com/sP04YaSns6
— Mohamed Hussein Roble (@MohamedHRoble) December 19, 2020
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Entre los fallecidos figuran Mukhtaar Abdi Aden, un comandante de las fuerzas de élite del Ejército somalí, Danab, entrenadas por Estados Unidos, que había liderado varias operaciones contra militantes del grupo terrorista Al Shabaab en el centro de Somalia, particularmente en la región de la Shabelle Media; y otro oficial de este cuerpo.
Además, en el ataque también falleció un comandante de la 21ª División del Ejército de Somalia, el general Abdiaziz Abdullahi Qoje.
Varios de los decesos ocurrieron debido a la falta de instalaciones médicas en la ciudad de Galkayo, según refirió el trabajador sanitario del Hospital General de esa urbe, Dahir Gaab, citado por medios de prensa locales.
I strongly condemn the abominable act of terror that targeted our brave soldiers and innocent civilians in Galkayo today. Our heroes gave their lives protecting our citizens. I pray for the martyrs, and condole their families. Terror and its evil has no place in our country.
— Mohamed Hussein Roble (@MohamedHRoble) December 18, 2020
Gaab señaló además que las autoridades intentan trasladar en avión a los heridos a la capital de Somalia, Mogadiscio, situada a unos 600 kilómetros.
El atacante vestía un chaleco de explosivos y se hizo estallar frente al Estadio Abdullahi Isse poco antes de que el primer ministro somalí, Mohamed Hussein Roble, y el presidente de la región de Mudug, Ahmed Abdi Kariye, se reunieran allí en un mitin de bienvenida.
Además, el ataque, que ya fue reivindicado por Al Shabaab, se produce después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara el pasado 4 de diciembre que Estados Unidos retirará próximamente sus tropas desplegadas en el país, si bien posteriormente se aclaró que estas serían reubicadas en los países de la región.
