En medio de nuevos choques entre el Gobierno y el poder judicial por la exigencia de pruebas negativas de COVID-19 a los salvadoreños y extranjeros con residencia definitiva que ingresen a El Salvador, el aeropuerto internacional del país centroamericano reabrió el sábado operaciones limitadas tras su cierre a los vuelos comerciales en marzo debido a la pandemia.
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Cuando aún El Salvador no había registrado casos confirmados del nuevo coronavirus, el presidente Nayib Bukele ordenó cerrar las operaciones del aeropuerto el 17 de marzo, exceptuando los vuelos de carga y de misiones humanitarias.
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema resolvió el viernes que las autoridades de salud, aeroportuarias y de migración no pueden impedir el ingreso de los salvadoreños o extranjeros con residencia definitiva que no presenten la prueba PCR negativa de COVID-19 porque según la instancia judicial se estaría cometiendo un posible delito.
Sin embargo, el Gobierno del presidente Bukele reiteró el sábado que las aerolíneas que lleguen a El Salvador tienen que exigir a sus pasajeros la prueba PCR negativa, ya que de esa manera se podrá mantener abierto el aeropuerto sin ocasionar una segunda ola de contagios. Este requerimiento no aplica para la tripulación de la aerolínea, diplomáticos y niños menores de dos años.
La terminal aérea reinició las operaciones con el 20 por ciento de su capacidad para vuelos con 13 destinos en Centro y Norteamérica, según las autoridades aeroportuarias. El lunes el país levantará las restricciones en las fronteras terrestres ordenadas en marzo por la emergencia sanitaria.
Edwin Ayala y su esposa Bessy, ambos de 54 años y que viven en Miami, fueron los primeros salvadoreños en ingresar al Aeropuerto San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, ubicado a 34 kilómetros al sureste de la capital. Ellos mostraron a The Associated Press los certificados de las pruebas PCR negativas que se practicaron.
“Las medidas de seguridad están bien porque nos permiten viajar seguros, que no venimos viajando junto a personas que podrían tener el virus y ser asintomáticas”, dijo Ayala, quien llegó a visitar a sus familiares en el municipio de Santa Tecla, en la periferia oeste de San Salvador.
De acuerdo a informes del Ministerio de Salud, en los últimos 41 días El Salvador ha registrado una tendencia a la baja de casos de coronavirus después de que alcanzó el pico más alto con 449 el 9 de agosto. El país acumula hasta el momento 27.428 contagios y 808 fallecidos por COVID-19.