Irán anunció el sábado que ejecutó al joven luchador Navid Afkari, condenado a muerte por el asesinato de un funcionario público durante las "revueltas" de 2018, según la página en internet de la televisión pública.
La sentencia del "qesas", es decir "ley del talión", una pena de "retribución", fue ejecutada el sábado en la prisión de Shiraz, al sur del país, según dijo el fiscal general de la provincia, Kazem Musavi a la televisión estatal.
La pena de muerte se aplicó "ante la insistencia de la familia de la víctima", añadió.
Pero según el abogado de Afkari, Hasan Yunesi, el domingo se iba a celebrar una reunión con la familia de la víctima para "pedir perdón" y evitar así la aplicación de la pena de muerte.
"Tenían tanta prisa que le negaron a Navid su derecho a una última visita", dijo Yunesi en Twitter.
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La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) expresó el viernes su alarma por la "inminente ejecución secreta" de Navid Afkari.
Según AI, él y sus dos hermanos, condenados a largas penas de prisión en el mismo caso, son las "últimas víctimas del defectuoso sistema de justicia de Irán".
Según la autoridad judicial, Afkari, de 27 años, fue condenado por "homicidio voluntario" de un funcionario de la compañía pública de aguas de Shiraz, que murió apuñalado el 2 de agosto de 2018.
Según sus allegados, el campeón de lucha fue condenado apoyándose en una confesión obtenida tras haberlo torturado.
Al igual que otras ciudades de Irán, Shiraz fue ese día escenario de manifestaciones contra el gobierno y la situación económica y social del país.
Irán, que ejecutó al menos a 259 personas en 2019, es, junto a China, el país que más recurre a la pena capital, según Amnistía Internacional.