Yvonne Webb, de 83 años, falleció en su casa del norte de Londres tras sufrir graves quemaduras, después de que se incendiara accidentalmente la crema emoliente que se había aplicado en la piel, informa The Evening Standard, sin precisar la fecha exacta del suceso.
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El fuego se desató cuando Yvonne Webb intentó encender una vela con la llama de su cocina a gas.
Al quedar envuelta en llamas, la anciana salió corriendo a la calle, donde fue auxiliada por varios vecinos, que llamaron a una ambulancia. En el hospital los médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Desde la Brigada de Bomberos de Londres (LFB) explican que el producto cosmético que provocó el trágico accidente —una pomada prescrita con frecuencia en personas mayores para tratar eccemas cutáneos o la psoriasis— contiene ingredientes inflamables como parafina, petróleo y aceites naturales.
Según sus datos, en la capital británica al menos 16 personas habrían perdido la vida en los últimos tres años en incendios que habrían sido causados por pomadas inflamables. Las personas con movilidad reducida son un grupo de riesgo en ese tipo de siniestros, precisan.
El hijo de Yvonne, Ben Webb, precisó que su madre estaba comenzando a sufrir demencia senil, por lo que no comprendía el riesgo asociado a la crema emoliente.
Campaña informativa
El pasado miércoles, desde la LFB lanzaron una campaña informativa para prevenir accidentes similares en el futuro. La iniciativa prevé introducir la correspondiente etiquetación en todos los productos médicos inflamables y advertir al público que los residuos de emolientes pueden adherirse a las telas haciendo que estas se prendan fuego con mayor intensidad y rapidez.
Un emoliente? es una sustancia usada como medicamento para ablandar una dureza, tumor o inflamación, suavizando y protegiendo la piel o las mucosas y se emplea con éxito para el control del eccema.
Lo más común es su uso externo, es decir, uso tópico o dermatológico.
