Australia registró el lunes un nuevo récord de contaminaciones al nuevo coronavirus desde que se inició la pandemia, lo que demuestra hasta qué punto las autoridades tienen dificultades en frenar nuevos focos de contagio especialmente en el Estado de Victoria.
Las autoridades anunciaron este lunes 549 nuevas infecciones a COVID-19, la mayoría de ellas en este Estado, cuya capital es Melbourne.
Las autoridades han admitido que esta segunda oleada es más difícil de controlar.
No obstante el responsable de los servicios de salud en Victoria, Brett Sutton, se declaró optimista respecto a la eficacia del confinamiento parcial decretado hace dos semanas en Melbourne y sus alrededores, y que afecta a cinco millones de personas.
"Hoy habremos alcanzado el pico" declaró Sutton, aunque admitió que el numero de casos seguirá fluctuando y que podrían establecerse nuevos récords en el número de contaminaciones.
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El número de casos registrados en 24 horas ya ha superado la cifra récord (459) de la primera oleada, que se produjo en marzo, según datos colectados por la AFP.
Australia, país que fue elogiado por su gestión inicial de la epidemia, totaliza 15.000 casos de covid-19, una enfermedad que ha dejado ya 161 muertos en esta isla-continente.
Los nuevos focos "son realmente muy volátiles" dijo Sutton. "En residencia de personas mayores, las cifras pueden aumentar de forma muy significativa en un corto período de tiempo".
Los responsables siguen de forma atenta la situación en el Estado de Victoria, pero en el vecino Nueva Gales del Sur se han producido focos generados por viajeros llegados a Sidney procedentes de Melbourne