Ocho personas murieron el domingo al explotar una bomba en el mercado de verduras en una población del norte de Siria controlada por opositores respaldados por Turquía. Otras 19 personas resultaron heridas, dijeron un monitor de la guerra y la agencia noticiosa estatal.
La explosión destrozó puestos del mercado y desparramó verduras en la población de Ras al-Ayn en la frontera con Turquía.
La agencia noticiosa estatal SANA dijo que la explosión fue provocada por un coche bomba, e tanto el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que la causó una morocicleta cargada con explosivos.
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El observatorio dijo que algunos de los heridos están en condición crítica y añadió que entre lo muertos había una mujer y un niño.
El ministerio de Defensa turco atribuyó el ataque a milicianos kurdos, tal como ha hecho en decenas de incidentes similares.
Ankara ha atribuido las mortíferas explosiones en el noreste de Siria a milicianos vinculados con el Partido Obrero Kurdo (PPK), que libra desde hace décadas una insurgencia en el interior de Siria.
Los considera terroristas, aunque los mismos milicianos se asociaron con Estados Unidos en la lucha contra el grupo Estado Islámico.
Turquía controla la mayor parte del territorio sirio lindante con su frontera sur luego de realizar una serie de operaciones militares. En octubre, tropas turcas penetraron en el noreste de Siria, tomaron la zona de Ras al-Ayn y obligaron a los milicianos kurdos a retroceder después que Washington retiró la mayoría de sus fuerzas de la región.
