Mongolia ordenó la entrada en cuarentena de la ciudad de Tsetseg, en la provincia occidental de Khov, luego de que se detectaran dos muertes por peste bubónica, según informaron las autoridades sanitarias locales. También se dispuso el cierre parcial de la frontera con Rusia, para evitar que se trate de un brote que pueda propagarse más allá de los límites del país.
Los infectados son una joven pareja, un hombre de 27 años y una mujer cuya edad no trascendió, que enfermaron tras consumir carne de marmota sin cocción previa. La enfermedad también es conocida en la región como “peste de la marmota”.
“En los dos casos confirmados, se identificaron 146 individuos de primer contacto y 504 de segundo contacto, y se recolectaron y analizaron 146 muestras de primer contacto”, indicaron los sanitaristas en el comunicado. El lugar afectado está a unos 500 kilómetros al sur de Siberia. El servicio de noticias estatal ruso, Tass, confirmó el cierre migratorio para evitar el paso de vehículos particulares y de transporte de mercadería.
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No es la primera vez que Mongolia recurre a una medida similar en ese borde. Previamente cerró un cruce fronterizo clave con Rusia en mayo de 2019 bajo la sospecha de que pudo haber desempeñado un papel en un brote de la peste, dejando varados a varios turistas rusos. Un matrimonio había muerto después de comer carne de marmota en ese incidente.
Los expertos dicen que los descendientes directos de la misma peste bubónica que mató a 50 millones de personas en el siglo XIV todavía existen en la actualidad, matando a unas 2.000 personas al año. La caza y el consumo de carne de marmota está prohibida. Sin embargo, la población local se alimenta del roedor de manera frecuente pese a las advertencias sanitarias.
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La peste bubónica
La “mortífera pestilencia”, tal como la denominó Giovanni Boccaccio en la introducción a su célebre Decamerón, ambientado en 1348 en una fantasmagórica Florencia, diezmó la población de toda Europa. Se estima que el brote tuvo su origen en el desierto de Gobi, en Asia Central, y desde allí fue trasladado por las tropas mongolas de la “Horda de Oro” hacia el mar Negro, desde donde se difundió posteriormente al resto del continente. Su gran expansión geográfica se debió al intenso tráfico de buques mercantes, que diseminaron el brote epidémico primero por los puertos italianos y, desde allí, al resto del continente.