Bangkok, 15 jun (EFE).- Tailandia entró este lunes en una nueva fase de normalidad tras la COVID-19 con el levantamiento del toque de queda nocturno y la autorización de la venta de alcohol en los restaurantes y de los viajes en autobuses interprovinciales, entre otras medidas, informaron fuentes oficiales.
El Centro de Control para la COVID-19 (CCSA, sigla en inglés) indicó, no obstante, que las fronteras continuarán cerradas para los extranjeros por norma general y que no se permitirá aún la apertura de bares y karaoke, mientras que los eventos deportivos se celebrarán sin espectadores.
Las autoridades barajan la posibilidad de crear burbujas de viaje con otros países, principalmente asiáticos, así como con Australia y Nueva Zelanda, para reactivar en parte el turismo, que representa entre el 12 y el 20 por ciento del PIB.
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No obstante, Tailandia, que no ha registrado contagios locales del nuevo coronavirus en los últimos 21 días y tampoco importados en las últimas 24 horas, está actuando con extrema cautela y ha afirmado que mantendrá la vigencia de la ley de emergencia.
En total, las autoridades han detectado 3.135 casos de la COVID-19, incluidos 58 fallecimientos, desde que registró el primer caso el pasado enero.
Mientras reactiva su economía, la mayoría de los negocios, parques y medios de transporte públicos, entre otros, cuentan con medidas de distanciamiento físico, la obligatoriedad de llevar mascarillas y sistemas de registro en listas o a través de aplicaciones móviles para controlar posibles brotes.