Islamabad, 8 jun (EFE).- Pakistán superó este lunes los 100.000 contagios del coronavirus y suma más de 2.000 muertes a causa de la COVID-19.
El país de 207 millones de habitantes alcanzó hoy los 103.620 casos y las 2.067 muertes, 65 de ellas en las últimas 24 horas, según los últimos datos del Gobierno paquistaní.
El aumento de los contagios se debe en parte a que ha crecido el número de test diarios que se realizan, 22.650 en las últimas 24 horas, lo que suman un total 705.833 desde que comenzó la crisis, una cifra baja en comparación con otros países.
Así, el número de contagios subió hasta una media de 4.458 diarios la semana pasada, el doble que la anterior.
Al mismo tiempo, el número de muertos sumó una media diaria de 77 la semana pasada, en comparación con los 55 en cada jornada de los siete días anteriores.
Fin del confinamiento
Pero los expertos indican que el crecimiento de contagios y muertos se debe en gran parte a la decisión del Gobierno de levantar casi totalmente el confinamiento a principios de mayo, semanas antes de las festividades musulmanas por el fin del Ramadán, que se celebra con reuniones familiares.
El primer ministro paquistaní, Imran Khan, justificó el fin de la cuarentena por la situación económica del país y el hecho de que buena parte de los trabajadores son pobres, un argumento que ha mantenido desde el comienzo de la crisis.
Ahora, casi todos los comercios y oficinas están abiertos, y solo los colegios y restaurantes continúan cerrados.
Tras el fin del confinamiento, el Gobierno impuso medidas de precaución como el uso de mascarillas y el mantenimiento de distancia social en lugares públicos, así como la obligatoriedad de los comercios de tomar medidas para evitar contagios.
Ante la masiva desobediencia de esas normas, el Ejecutivo comenzó la semana pasada a imponer multas y a cerrar los comercios que las incumplan.
Rumores
Pero el Gobierno se enfrenta ahora a un nuevo problema: los rumores que ponen en duda la pandemia.
En los últimos días circula por el país la idea de que los médicos reciben pagos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones internacionales por cada paciente que diagnostican como portador del virus, lo que llevaría, según el rumor, a los doctores a exagerar las cifras reales, algo que negó el Gobierno.
El Gobierno estimó que es necesaria una campaña de información para "desmentir los rumores", especialmente en las zonas rurales, ante el temor de que esos comentarios ayuden a disparar aún más los casos del virus.
