El cuerpo sin vida de un recién nacido fue hallado este lunes 11 de mayo junto a un estanque en el sur de Tailandia. Cuando personal policial y médico lo examinó, descubrió que había sido mordido por animales salvajes.
El hallazgo fue realizado por Nong Ake, de 10 años de edad, que se encontraba con otros niños junto al agua en la ciudad de Nakhon Si Thammarat, cuando sintió un fuerte olor que lo llevó hasta una bolsa negra. Al acercarse, vio que en su interior estaba el cuerpo de un bebé envuelto en una toalla, por lo que dio aviso a las autoridades.
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Al examinar el cadáver, médicos y funcionarios policiales comprobaron que había sido mordido, al parecer por lagartos, y que le faltaban los órganos. Además, estimaron que llevaba entre uno y dos días fallecido. De inmediato fue trasladado para la realización de la autopsia y para tomarle muestras de ADN con las que intentar localizar a la familia.
Madre detenida
Asimismo, los investigadores comenzaron a analizar las imágenes tomadas por las cámaras de la zona para tratar de "identificar a la madre y arrestarla inmediatamente", afirmó el coronel mayor de la Policía Jittakorn Konglhue.
"El cadáver del bebé está ahora en el hospital para realizarle un examen 'post mortem' para comprobar si estaba con vida o muerto cuando fue comido por los reptiles", informó el periódico británico Daily Mail.