Ingenieros indios trabajaban sin descanso el viernes para evitar una nueva fuga de gas tóxico en una fábrica de poliestireno que pertenece a un grupo surcoreano, donde un escape mató la víspera a 12 personas.
La fuga del gas tóxico se produjo el jueves en la planta de LG Polymers India, filial del grupo coreano LG Chem y situada a las afueras del ciudad industrial y portuaria de Visakhapatnam, en el estado de Andhra Pradesh (sureste).
Varios centenares de personas tuvieron que ser hospitalizadas y las imágenes que circularon en la prensa local y redes sociales de personas inconscientes en las calles hacían temer que el balance fuera mucho más grave.
Las autoridades locales extendieron el jueves por la noche el perímetro de seguridad que debe ser evacuado alrededor de la fábrica y trasladaron a varios centenares de personas a otros lugares como medida de precaución.
"La situación mejora pero todavía no es normal. La temperatura en los depósitos (de gas) bajó en 120 grados Celsuius pero aún que reducirla 25 grados más", declaró el viernes a la AFP Swaroop Rani, responsable de la policía local.
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El estireno es un compuesto orgánico tóxico usado en la fabricación de poliestirenos. Debe conservarse a una temperatura inferior a los 17ºC, pero el calor dentro de un tanque subió tras la paralización parcial de la fábrica debido al confinamiento que fue decretado en India para luchar contra la pandemia del nuevo coronavirus.
Esto produjo el aumento de la presión y la ruptura de una válvula, según las primeras conclusiones de la investigación.
Este accidente recuerda la catástrofe registrada en diciembre de 1984 en la usina de pesticidas de la ciudad de Bhopal, centro de India, donde un escape de 40 toneladas de gas causó la muerte de 3.500 personas en pocos días.
El accidente de la fábrica de la empresa Union Carbide en Bhopal, uno de los mayores accidentes industriales de la historia, provocó miles de muertos en los años siguientes.
