Las muertes globales por COVID-19 ascienden a 196.295, mientras que los casos totalizan 2,85 millones, según las cifras publicadas hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ello supone 50.000 nuevos casos y 3.000 fallecidos en las últimas 24 horas, números sensiblemente menores a los registrados por la OMS el domingo, aunque es pronto para confirmar una desescalada, puesto que podrían aumentar antes del final de la jornada.
Europa sigue siendo la región más afectada, con 1,34 millones de casos, aunque es la que muestra una curva descendente de casos más clara, mientras que América con 1,14 millones, experimentó un alto repunte el pasado fin de semana y ahora acumula tres días de lento descenso.
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Regiones como Oriente Medio (165.000 casos), África (21.000) o el sureste asiático (44.000) están lejos de las cifras de Europa o América pero las tres muestran una preocupante tendencia rápidamente ascendente en el número de infecciones.
Estados Unidos (que está cerca de alcanzar el millón de casos), España, Italia, Alemania, Reino Unido y Francia se mantienen como los países más afectados, seguidos de Turquía, que superó la barrera de los 100.000 contagios.
Los recuperados en el planeta, según las cifras de las autoridades sanitarias nacionales, rondan los 900.000, mientras que la cifras de pacientes en estado grave o crítico se mantiene estable, por debajo de los 60.000 (un 3 por ciento del total de los casos actualmente tratados). EFE