Kinshasa, 17 abr (EFE).- La República Democrática del Congo (RDC) investiga una "cadena de transmisión oculta" a la que achaca el reciente rebrote de casos de ébola en el noreste del país, confirmaron este viernes a Efe las autoridades sanitarias congoleñas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Gobierno de la RDC anunciaron el pasado día 10 un nuevo caso de ébola en el territorio de Beni, en la provincia de Kivu del Norte, cuando faltaban sólo tres días para que declararan el fin de la epidemia.
Desde entonces, los expertos han detectado un total de cuatro contagios de la enfermedad, todos localizados en Beni.
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El coordinador general de la respuesta al ébola, el profesor Steve Ahuka, declaró a Efe que el descubrimiento de los nuevos casos se explica por "la existencia de una cadena de transmisión que permaneció oculta".
"Por el momento, nuestros equipos están investigando", señaló este doctor especializado en medicina tropical.
Redoblar esfuerzos
Sin embargo, según el coordinador, este resurgimiento del virus era "previsible" porque la epidemia había durado demasiado tiempo.
Ahora, los equipos médicos afrontan varios desafíos, como "la renuencia de la comunidad, que no entiende por qué esta epidemia aún está de vuelta", lo que obliga a "redoblar sus esfuerzos".
"Otro desafío es que, además del ébola, estamos enfrentándonos otra epidemia, que es la de la COVID-19, aunque ante esas dos epidemias, nuestros equipos están allí para tratar de ayudar y crear conciencia", subrayó el profesor.
"Todas las materias de salud -aseguró- se centran en lo relativo a los contactos, vacunación, entierros seguros (…). Nuestros equipos se han reforzados sobre el terreno y estamos seguros de que tendremos otros casos de ébola, pero muy pronto se contendrán".
Las personas que estuvieron en contacto con los casos confirmados están siendo tratadas y la vigilancia se ha redoblado en Beni y sus alrededores, agregó Ahuka.
La OMS recomiendo esperar 42 días
La OMS recomienda esperar dos periodos completos de incubación (42 días) desde que el último paciente dé negativo por segunda vez o, en caso de fallecimiento, el día después de ser enterrado, antes de proclamar el fin del brote.
La epidemia, declarada el 1 de agosto de 2018 y que ha afectado a tres provincias del noreste del país -Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur-, ha causado 2.264 muertes y 3.448 casos, hasta la fecha.
En esas provincias, el control de la epidemia se ha visto obstaculizado por el rechazo de algunas comunidades a recibir tratamiento y la inseguridad en la zona.
Es la segunda epidemia más grande y letal de la historia después de la que afectó a África Occidental de 2014 a 2016, que causó más de 11.000 fallecidos, y la mayor a la que ha hecho frente la República Democrática del Congo, donde la enfermedad es endémica.