Las autoridades iraníes planean aumentar en los próximos días su capacidad de diagnóstico de la COVID-19, incluso pretenden duplicar el número de test que se realizan en el país, donde hasta este viernes han fallecido 3.294 personas.
Según las cifras del Ministerio de Salud, en las últimas 24 horas se han confirmado 2.715 nuevos casos y 134 fallecimientos, lo que eleva el cómputo total a 53.183 contagiados, de los que 3.294 han perdido la vida.
El ritmo de aumento diario de los nuevos casos se mantiene bastante estable desde hace días, en torno al 6 % ó 7 %, y, de acuerdo al Ministerio de Salud, casi 18.000 personas han superado ya la enfermedad.
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Con el objetivo de luchar contra la pandemia y en línea con lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, las autoridades iraníes se están preparando para efectuar más pruebas.
El ministro de Salud, Said Namakí, afirmó que la situación de Irán "cambiará enormemente en los próximos días", según publicaron este viernes los medios estatales.
"Debido a los avances en nuestra capacidad de diagnóstico, hemos podido identificar más casos de COVID-19 en el país", explicó Namakí, quien destacó también la iniciativa por la que más de 67 millones de iraníes han registrado en una página web sus datos y su estado de salud.
Al margen de este monitoreo de la población, el director del Instituto Pasteur de Irán, centro de referencia para enfermedades infecciosas, Alireza Beglarí, anunció que el número de pruebas se va a duplicar.
Beglarí precisó hace dos días que hay 90 laboratorios trabajando con el Ministerio de Salud y que existe la capacidad de incrementar de 10.000 a 20.000 los test diarios.
Varias compañías iraníes han desarrollado asimismo el test del coronavirus y recibido el permiso de las autoridades sanitarias para comenzar a producirlo. EFE