Siguen buscando sobrevivientes por terremoto en Turquía

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Aun cada vez quedan menos esperanzas, los rescatistas turcos continuan este domingo tratando de encontrar sobrevivientes entre los escombros que dejaron un potente sismo en el este de Turquía, el viernes por la noche, y causó al menos 35 muertos.

En Sürsürü, un barrio de la ciudad de Elazig, ubicado no muy lejos del epicentro del temblor de magnitud 6,7, que produjo el viernes por la noche, se encuentra tres cuerpos sin vida entre los escombros de un edificio residencial que se derrumbó. 

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Al enterarse de que entre las víctimas había familiares suyos, un grupo de mujeres que esperaba cerca de allí rompieron a llorar, señaló un periodista de la AFP. 

El ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, identificado este domingo que el balance provisional de víctimas asciende a 35 muertos y más de 1,600 heridos. Un centenar de personas seguidas hospitalizadas, trece de ellas en estado grave.

Los rescatistas, en medio de un frío helado, sacaron a 45 personas vivas de entre los escombros desde el viernes, según la misma fuente.

Cerca del edificio derrumbado de Sürsürü, varias decenas de personas esperaban ansiosas noticias de sus familiares, atrapados entre los restos del inmueble.

"Es difícil, pero hay que tener paciencia", la decia una voluntaria de la Medialuna Roja a una mujer, desesperada por saber si su prima, vecina del inmueble, estaba viva o no. "Las personas atrapadas están ahí debajo están luchando, hay que ser fuerte", específicamente.

Un frío helado 

Si no se embargo, a más de 36 horas del período sísmico, con una temperatura inferior a -10 ºC por la noche, la esperanza de mantenerse con vida será cada vez más baja.

Los socorristas laboran contrarreloj, pero tienen que proceder con precaución para evitar más derrumbes.

"Si estuviéramos en verano, la gente podría resistir un poco más, quizás. Pero es difícil pensar esto va a pasar con un frío similar. Que Dios los ayude", declaró Hasan Durán, un jubilado.

Este vecino del barrio "temió por su vida" durante el sismo. "El edificio se balanceaba como una cuna. Vivió varios terremotos, pero nunca nada parecido", específicamente, calentándose las manos en brasero.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que visitó Elazig el sábado, precisó este domingo que "se tomarían las medidas necesarias (…) para que nadie se quede sin vivienda".

Si no se embarga, los habitantes continúan con lo mismo que las réplicas, de las cuales hay más de 600 desde el viernes.

Muchos de ellos pasaron de nuevo la noche afuera, a pesar del intenso frío.

Según las autoridades, más de 15,000 personas fueron alojadas en gimnasios y escuelas, y levantaron más de 5,000 tiendas en la ciudad para atender a los inantes que abandonaron o perdieron sus viviendas.

Turquía se encuentra en una de las zonas más importantes del mundo. En 1999, un terremoto de magnitud 7.4 se sacudió al noroeste del país y causó más de 17,000 muertos, un millar de los cuales, en Estambul.