WHAKATANE, Nueva Zelanda (AP) — Especialistas militares de Nueva Zelanda recuperaron el viernes seis cuerpos de una pequeña isla volcánica, días después de una erupción que dejó al menos otros ocho muertos y un escenario tóxico y volátil.
Los ocho especialistas protegidos con prendas especiales y aparatos para respirar aterrizaron en helicóptero y encontraron seis de los cadáveres que se creía seguían en la isla White desde que ocurrió la erupción el lunes. Fueron trasladados a un buque cerca de la isla situada frente a la cosa este de Nueva Zelanda, donde científicos y personal de la policía y el ejército monitoreaban el riesgoso operativo.
Los científicos han advertido que los gases en la isla son tan tóxicos y corrosivos que una sola inhalación podría ser letal.
Se realizará otro operativo de recuperación para encontrar dos cuerpos de los cuales no se tiene rastro, dijo la policía.
Las familias celebraron cuando les dijeron que se habían recuperado seis cadáveres y expresaron alegría y alivio, dijo el subcomisario de la policía Wally Haumaha.
"Sus seres queridos volverán a casa", agregó.
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Los cadáveres serán llevados a Auckland para su identificación. Se cree que las ocho víctimas que se habían quedado en la isla son seis australianos y dos neozelandeses, ambos guías de turistas.
Las condiciones eran buenas para realizar el operativo, con vientos ligeros y el mar tranquilo, además de que el volcán estuvo "en calma" mientras el equipo trabajaba, comentó Mike Clement, subcomisario de la policía.
Todos los especialistas estaban a salvo, agregó John Tims, otro subcomisario que también es comandante de las operaciones a nivel nacional. Elogió "sus esfuerzos y la valentía que han mostrado".
Los científicos han advertido que la isla White, la punta de un volcán mayormente submarino, es "altamente volátil" y ha estado arrojando vapor y lodo de manera regular.
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La inestabilidad demoró las labores de recuperación de las últimas víctimas de la erupción, que ocurrió cuando 47 turistas y sus guías exploraban la isla. Muchos de los sobrevivientes tenían quemaduras de gravedad. Australia ha llevado a varios de sus pacientes a unidades de quemados en el país y unos equipos médicos especializados se dirigían a Nueva Zelanda desde Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
Los bancos de piel también enviaban tejidos a Nueva Zelanda para que fueran utilizados en injertos.
Veinticuatro australianos, nueve estadounidenses, cinco neozelandeses, cuatro alemanes, dos británicos, dos chinos y un malasio visitaban la isla el lunes cuando ocurrió la erupción, informaron las autoridades. Muchos provenían de un crucero de Royal Caribbean que había zarpado de Sydney dos días antes.