MOSCÚ (AP) — El único portaviones ruso se incendió el jueves, con un saldo de 12 heridos y daños significativos a la nave que ha tenido muchos percances durante su servicio.
El portaviones Almirante Kuznetsov comenzó a incendiarse mientras le hacían un trabajo de soldadura en un astillero en el puerto de Murmansk, en el Ártico, y las llamas aumentaron rápidamente por los compartimientos internos. Los bomberos trataron de apagar el fuego durante todo el día.
Diez de los heridos estaban hospitalizados en cuidado intensivo, dijeron las autoridades en Murmansk.
El portaviones ha estado plagado de reveses y averías desde su botamiento en 1985. En octubre de 2018, una grúa de 70 toneladas se derrumbó sobre la cubierta al hundirse la dársena flotante que sostenía a la nave.
La grúa dejó un hoyo de 20 metros (215 pies cuadrados), y la pérdida de la dársena atrasó significativamente las reparaciones del portaviones dado que la naval no tenía otra dársena de tamaño similar.
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Remodelación paralizada
El incendio del jueves atrasará aun más la labor para modernizar la nave con sistemas de control y nuevas armas.
Con turbinas que echan humo negro, el Almirante Kuznetsov parece anticuado en comparación con los portaviones estadounidenses, que funcionan con energía nuclear. Sin embargo, el Kremlin lo ha usado para proyectar el poder militar ruso en ultramar.
Hace dos años, el Almirante Kuznetsov fue enviado al oriente del Mediterráneo como parte de una campaña rusa en Siria, lanzando los primeros ataques desde un portaviones en la historia naval de Rusia.
El Almirante Kuznetsov mide 302 metros de eslora y 72 de manga. Desplaza 55.000 toneladas, tiene velocidad máxima de 29 nudos, autonomía de 8.000 millas náuticas, 1.960 tripulantes y capacidad para alojar más de 50 aviones y helicópteros.
