Manila, 7 oct (EFE).- El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha revelado que tiene una enfermedad neuromuscular crónica llamada miastenia gravis, que está causando la caída de uno de sus párpados, en la que supone la última dolencia del mandatario, cuya salud ha estado en entredicho varias veces en el último año.
El mandatario habló públicamente de esa enfermedad el pasado sábado en un acto en Moscú con la comunidad filipina en Rusia y la oficina presidencial divulgó al día siguiente la transcripción de su discurso.
"Es un mal funcionamiento de los nervios. La heredé de mi abuelo", apuntó Duterte, de 74 años, al explicar por qué tiene un ojo más pequeño que el otro.
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Miastenia gravis
La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune que provoca debilidad en músculos y extremidades, caída de los párpados, visión borrosa e incluso crisis respiratorias.
No hay cura para esa enfermedad, aunque sí un tratamiento que ayuda a aliviar sus síntomas.
Duterte, conocido por su apretada agenda y sus largos discursos, ha faltado en el último año a varios eventos sin dar explicaciones, lo que despertó todo tipo de especulaciones sobre su salud, aunque su Administración insiste en que se encuentra bien.
Sin embargo, el propio presidente ha reconocido públicamente algunos de sus achaques y en octubre de 2018 admitió que esperaba los resultados de unas pruebas de cáncer, que finalmente fueron negativos.
"Les diré si es cáncer. Si es la tercera etapa, no seguiré ningún tratamiento. No prolongaré la agonía en esta oficina ni en ningún otro lado", apuntó entonces el presidente filipino.
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Duterte también ha admitido sufrir migrañas diarias; problemas en la columna; esófago de Barrett, una condición que hace que crezcan anormalmente células en la garganta, y la enfermedad de Buerger, que afecta a venas y arterias de las extremidades y está causada por el tabaquismo.
La Constitución de Filipinas exige que se informe al público sobre el estado de salud del presidente en caso de que padezca una enfermedad grave, algo que el entorno del mandatario ha negado reiteradamente.
Si un presidente en funciones muere en el cargo o queda permanentemente discapacitado, el vicepresidente lo asumiría durante los años restantes de un período único de seis años de mandato.
En la actualidad la vicepresidencia la ocupa Leni Robredo, líder de la oposición y rival política de Duterte.