Niamey, 4 sep – Las inundaciones que se registran en Níger desde finales de agosto se han cobrado ya la vida de 42 personas, según un recuento ofrecido hoy por el ministro de Acción Humanitaria y de Gestión de Catástrofes, Laouan Magagi.
Las inundaciones del río Níger -que da nombre el país y recorre el oeste del territorio- han destruido además 8.624 viviendas, lo que ha dejado a 70.000 personas sin hogar.
Estragos
Los casos más graves se han registrado en las regiones del sudoeste del país regadas por el Níger, y concretamente en la capital y las ciudades de Tillabéry (al norte de Niamey) y Dosso (al sur).
La mayor parte de las muertes se han producido por el derrumbe de viviendas debido a las fuertes lluvias: cuatro en el departamento de Kantché (sureste), tres en Tillabéry (oeste) y dos en Agadez (extremo norte).
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Los derrumbes más aparatosos se han registrado en Agadez (treinta casas destruidas), la ciudad minera de Arlit (norte), con 97 viviendas caídas, y la región de Maradi (centro-este), donde ascienden a "varias decenas".
Hay que lamentar además la pérdida de numeroso ganado -más de 800 cabezas-, un bien vital para la subsistencia de numerosas familias.
Todas estas cifras son, sin embargo, mejores que las registradas por estas fechas el pasado año, cuando se registraron 40 muertes y 142.715 damnificados, insistió el ministro, aunque reconoció que la rotura este año de una presa sobre el Níger en la vecina Mali -concretamente la presa de Sélingué- puede agravar las cosas en los próximos días, informó La Vanguardia.
