El oficial de élite, vestido de civil, permaneció acostado boca abajo en el suelo a unos 60 metros de distancia del secuestrador durante más de dos horas, mientras sus colegas intentaban convencer al hombre de que liberara a la rehén, que había sido elegida al azar.
El francotirador, capitán de las fuerzas de élite de Nanning, recibió la orden de disparar contra el secuestrador después de que este amenazara con herir a su víctima con un cuchillo que sostenía alrededor de su cuello.
Zeng Hao logró eliminar al secuestrador con un único disparo de su fusil de 7,62 mm, pese a que tenía solamente cerca de 10 centímetros del cuerpo del secuestrador en el punto de mira.
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"Debido a que el sospechoso estaba sentado detrás de la víctima, sosteniéndola, solo quedaban expuestos unos 10 centímetros de su cabeza. Disparar en cualquier otro lugar suponía poner en riesgo a la rehén, así que descarté la posibilidad de disparar a cualquier otra parte del cuerpo", afirmó Zeng Hao, citado por The Daily Mail, antes de aclarar que esta es la primera vez que ha tenido que disparar a un sospechoso en sus 19 años de carrera.
Pese a que el incidente tuvo lugar el 9 de agosto, solamente en los últimos días la Policía de Nanning publicó las imágenes de la operación en las redes, con motivo de la entrega de premios de reconocimiento a Zeng Hao y a cuatro de sus colegas por la bravura y calma demostradas durante la operación.
