La foto viralizada en la que se puede ver una pareja besándose detrás del cadáver de un león que acaban de cazar en un safari sudafricano, no deja de generar espanto e indignación social.
Es que la imagen sacó a la luz un negocio denominado "caza enlatada", en el que especies animales criadas en cautiverio son ofrecidas a clientes para ser asesinadas a cambio de una determinada cifra de dinero.
Los protagonistas de la fotografía son Darren y Carolyn Carter, oriundos de Edmonton (Alberta, Canada), que dedican su tiempo libre a la caza. "Duro trabajo bajo el caluroso sol del Kalahari… Bien hecho. Un monstruo de león", decía la descripción de la foto.
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Posteriormente, la pareja contactada por el medio The Mirror, rechazó dar declaraciones al respecto. "No estamos interesados en comentar sobre ello en absoluto. Es algo demasiado político", expresó Darren Carter.
La imagen originalmente fue publicada por la compañía Legelela Safaris, que, según el medio británico, organiza tours de cacería cobrando unos 3.000 dólares por matar a una jirafa, 2.500 dólares por una cebra y otras sumas "a petición" por leopardos, rinocerontes y elefantes.
Activistas indignados
Medios y activistas denunciaron esta práctica que se replica en distintos centros. Según el diario británico, tan solo en Sudáfrica actualmente existen alrededor de 200 establecimientos que mantienen cautivos a unos 8.000 leones listos para ser tiroteados por dinero.
A su vez, Eduardo Goncalvez, fundador de una campaña para prohibir la caza deportiva, condenó a la pareja. "Parece que este león era un animal domesticado muerto dentro de un recinto cerrado, criado con el mero propósito de servir para una presuntuosa 'selfie'", sentenció.
Y expresó que "no hay nada romántico en matar a un animal inocente", por lo cual esa pareja canadiense "debería estar absolutamente avergonzada, no presumiendo y besándose para las cámaras".
