Australia: Se comió un lagartija y tuvo una muerte trágica

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La familia de David Dowell, un australiano de 34 años que murió en diciembre tras diez días de agonía causada presuntamente por la ingesta de una lagartija, continúa reclamando justicia y exigiendo respuestas siete meses después de la muerte del hombre.

"Fue una gran persona, fue la mejor persona que conocí, fue el mejor padre para nuestros hijos". Así describió Allira Dowell a su esposo David, quien murió a los 35 años. Según informa el diario NY Post, el padre de tres hijos comió una lagartija porque aceptó el desafío de sus amigos, destaco Clarin.

Los amigos de Dowell, que comenzó a sentirse mal y vivió un profundo sufrimiento el 3 de diciembre, aseguran que vieron cómo el hombre comió un gecko, una lagartija, después de una apuesta.

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La hermana del fallecido, Hannah, explicó a The Brisbane Time que, al detectar el mal estado de Dowell, llamaron rápidamente a la ambulancia para llevarlo al hospital, pero los médicos se negaron a hacerlo, al considerar que se trataba de un problema gástrico o de una resaca.

Cuando Dowell fue por fin llevado al hospital, fue diagnosticado de salmonelosis, una bacteria que causa diarrea, dolores estomacales y fiebre. 

Bilis verde, orina negra e hinchazón en los testículos

Estando en el hospital, el estado de David empeoró de forma alarmante. Según su propia madre, comenzó a vomitar bilis verde, se le inflamó el vientre, su orina se volvió negra, sus pulmones se llenaron de líquido procedente del estómago y sus testículos presentaban tal hinchazón que habían alcanzado el tamaño de "manzanas" y supuraban.

Luego de varios días desde el inicio de los síntomas, Dowell falleció el 11 de diciembre durante una operación. La familia considera que Dowell "se pudrió de dentro hacia fuera" y continúa una cruzada con la que aspiran a conocer las causas de la repentina y traumática muerte.

Hace un tiempo un joven de 19 años llamado Sam Ballard también falleció en Australia por la misma enfermedad, la cual padeció tras aceptar el desafío de unos amigos de comerse una babosa. Estuvo 420 días en coma y quedó con secuelas cerebrales, tras lo cual finalmente murió.