Leonor Niusa, de 43 años de edad, trabajaba en una granja en la ciudad de Zamboanga, Filipinas, cuando la habitación en la que se encontraba se incendió, dejando su rostro deformado.
El incidente se produjo debido a una vela que usaba como fuente de luz en un cuarto de almacenamiento de gasolina.
Ella logró escapar con vida del incendio, pero las quemaduras horribles que quedaron en su rostro y cuerpo no fueron tratadas, ya que su familia no podía pagar un tratamiento médico.
Te puede interesar: Fue al hospital por un dolor de oído y le sacaron una lagartija
Viajan en busca de donaciones
Cuando por fin sanaron sus heridas, sus labios quedaron pegados a su pecho, sin embargo, Leonor y su hijo pequeño viajan a través de varias provincias del país pidiendo donaciones.
Justin Quiban, quien les dio comida y agua cuando fueron vistos caminando por su vecindario, fue a buscar la casa de Leonor en Zamboanga, junto a algunos amigos, quienes les dieron algunas donaciones.
En un video tomado por Quiban, la madre expresa que quiere ser mejor para sus hijos.
“No quiero que mis hijos crezcan conmigo con este aspecto para siempre”, declaró Leonor.
El grupo de amigos de Quiban dijo que lo mejor sería si ella pudiera tener una operación para volver a su vida normal y encontrar un trabajo.
“Su familia eligió tratar sus quemaduras en su casa porque no podían pagar las cuentas médicas”, dijo Justin.
Sus heridas no tratadas se fusionaron con su pecho y permanecieron atrapadas de esa manera una vez que finalmente se habían curado.
Las lesiones han restringido severamente su movimiento y no ha podido encontrar trabajo permanente desde el accidente, sentenció el medio Noticias24.