Tiffani Adams se quedó dormida el pasado 9 de junio durante un vuelo de Air Canada entre Quebec y Toronto, y, cuando despertó el avión estaba vacío, aparcado y cerrado, encontrándose completamente sola y en una total oscuridad.
La compañía Air Canada ha abierto una investigación para esclarecer este ocurrido en el aeropuerto canadiense de Pearson, en Toronto.
La compañía confirmó que el suceso tuvo lugar, aunque no facilitó ninguna información sobre el curso de los acontecimientos, alegando que los detalles aún están siendo comprobados. "Todavía estamos revisando este asunto, por lo que no tenemos más detalles que compartir, pero hemos hecho un seguimiento con la cliente y nos mantenemos en contacto con ella", aseguró este domingo la aerolínea en declaraciones a AP.
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"Aterradora" experiencia
Días después del incidente, una amiga de la víctima, Deanna Noel-Dale, publicó en Facebook una dramática publicación en la que, en nombre de Adams, relataba la "aterradora" experiencia por la que tuvo que pasar aquel día.
"Otra noche sin dormir, desafortunadamente, al insomnio no le importa que trabaje por la mañana […] 10 días después y todavía soy un desastre… no manejo mis emociones muy bien", se lee en el texto.
Según se precisa en la red social, la mujer se quedó dormida a mitad del vuelo, de hora y media de duración, y se despertó en su asiento alrededor de la medianoche, horas después de que el avión aterrizara en el aeropuerto, "con mucho frío" y "en completa oscuridad".
"Pienso que estoy teniendo un mal sueño, porque, en serio, ¡¿cómo está pasando esto?!", escribió en Facebook.
La batería de su celular se le agotó casi enseguida, pero, antes de que sucediera, logró notificar lo ocurrido a Noel-Dale.
"Le envié un mensaje justo antes de la medianoche diciéndole: 'oh, Dios mío, acabo de despertarme y estoy sola en este avión oscuro y frío'. Al principio Dee piensa que yo ya debería estar en casa y tal vez tengo un mal sueño… así que le digo que estoy cambiando a FaceTime porque tampoco tengo ni idea de qué diablos está pasando", se lee en la publicación.
Cuando se le apagó el teléfono, la mujer, concentrándose en su respiración y en "controlar el ataque de pánico", probó a cargarlo mediante los USB que encontró a bordo, aunque como la energía de la nave ya había sido cortada, no pudo hacerlo. Tampoco funcionaron los radio transmisores de los tripulantes, ni las señales de socorro que hizo a través de la ventana con una linterna encontrada en la cabina.
Con la ayuda de la linterna, consiguió abrir una de las puertas de emergencia. Sin embargo, la salida se encontraba a unos 15 metros del suelo, y el cinturón de seguridad del asiento más cercano a la salida, que trató de utilizar como una cuerda para descender, era demasiado corto.
El rescate
"No estoy segura de cuánto tiempo ha pasado, porque no hay teléfono ni nada", escribe Adams, cuyas señales captaron finalmente la atención de un funcionario del aeropuerto.
"Él está en estado de 'shock', preguntándome cómo diablos me dejaron en el avión… Yo me pregunto lo mismo", recuerda que le dijo. Finalmente, el hombre le acercó una escalera a Adams, que descendió y fue trasladada por los empleados de Air Canada al edificio principal del aeropuerto.
Allí un representante de la compañía le ofreció "una limusina y un hotel", a lo que Adams se negó. "Umm, no, ¿estás bromeando? Todo lo que quiero es irme a casa. Tengo que trabajar dentro de unas horas", le dijo, según recoge la publicación. La pasajera agregó que los funcionarios de la aerolínea se pusieron en contacto con ella en varias ocasiones para disculparse en nombre del Air Canada por el suceso y recibir más información sobre lo ocurrido aquella noche, comprometiéndose a abrir una investigación al respecto.
Tras el incidente, Adams asegura sufrir insomnio y ataques de ansiedad debido a "terrores nocturnos recurrentes". "Me despierto ansiosa y temo que estoy sola encerrada en un lugar oscuro", explica.