Muere Mohamed Morsi, mientras era juzgado en una corte

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El expresidente de Egipto, Mohamed Morsi ha muerto este lunes, según ha informado la televisión estatal. El dirigente de los Hermanos Musulmanos ha fallecido después de prestar declaración ante la Corte de Justicia por un juicio contra él por espionaje.

El expresidente gobernó el país entre 2012 y 2013 antes de ser derrocado por el Ejército en un golpe de Estado no sangriento.

La emisora publica no ha ofrecido más detalles sobre las causas de la muerte del exmandatario islamista, que llevaba preso desde el 3 de julio de 2013 y fue sometido a múltiples juicios en este tiempo.

Mursi estaba inmerso en varias causas: la primera por urdir su huida junto a otros 105 islamistas, de la cárcel de Wadi Natrun, al norte de El Cairo, durante la revolución de 2011, que depuso al entonces mandatario Hosni Mubarak.

El 16 de mayo de 2015 fue condenado provisionalmente a muerte por esta causa, pena que fue confirmada por el Tribunal Penal de El Cairo el 16 de junio de ese año. Sin embargo, el 15 de noviembre de 2016 la Corte de Casación de Egipto anuló esta condena a muerte y ordenó que se repitiera el juicio.

La segunda, por espionaje, en el que Mursi, tres periodistas y otras siete personas estaban acusadas de hacerse con documentos relacionados con la seguridad del Estado y entregárselos a las autoridades de Catar durante su mandato por el que fue condenado a cadena perpetua -que en Egipto corresponde a 25 años- en junio de 2016. Esta condena fue confirmada de manera definitiva en septiembre de 2017.

Una tercera causa en la que estaba inmerso Mursi es la de espionaje y colaboración con organizaciones extranjeras -entre ellas el movimiento palestino Hamás- para planear ataques en Egipto por lo que la justicia le condenó a cadena perpetua el 16 de junio de 2015.

Sin embargo, el 22 de noviembre de 2016 el Tribunal de Casación de Egipto anuló esta condena y ordenó un nuevo juicio.

La cuarta causa implicaba a Mursi y a otros catorce dirigentes de los Hermanos Musulmanes, en la muerte de seis personas y causar centenares de heridos durante los incidentes registrados frente al palacio presidencial cairota de Al Itihadiya, el 5 de diciembre de 2012, en el marco de las primeras grandes protestas contra él.

El 21 de abril de 2015 fue condenado en esta causa a 20 años de prisión, sentencia que fue confirmada por el Tribunal de Casación en octubre de 2016.

Mursi se alzó con la mayoría de los votos (51,73%) en las históricas elecciones presidenciales que siguieron al derrocamiento de Mubarak, celebradas entre mayo y junio de 2012, lo que le convirtió en el primer jefe de Estado civil desde 1952, en que fue derrocada la monarquía en Egipto.

Nacido el 20 agosto de 1951 en Al Adwa, en el delta del Nilo, estudió Ingeniería en la Universidad de El Cairo y en 1982 completó su formación con un máster en la Universidad Southern de California.

Desde ese año y hasta 1985 ejerció como profesor adjunto en la Universidad Northridge de este mismo estado. En 1985 regresó a Egipto para impartir clases en la Universidad de Zagazig, en el Delta del Nilo.

De 2000 a 2005 fue miembro de la Asamblea egipcia -pero como independiente- en tanto que los Hermanos Musulmanes estuvieron ilegalizados durante el régimen de Mubarak.

En 2005 perdió su escaño y un año después fue encarcelado durante seis meses por apoyar las manifestaciones de jueces reformistas que denunciaron el fraude en los comicios.

Durante la revuelta popular que acabó con el régimen de Mubarak en febrero de 2011, fue recluido en la prisión de Wadi Natrun, al norte de El Cairo, pero logró escapar a los dos días de su detención ante la desbandada de los guardianes.

En abril de 2011 renunció a su puesto en el Consejo Consultivo de la Hermandad para ser el presidente del Partido Justicia y Libertad, formación afín a los Hermanos Musulmanes con la que se alzó con la victoria en las primeras elecciones presidenciales de junio de 2012 de la etapa post Mubarak.

Una de sus primeras medidas fue ordenar el 8 de julio, la restitución de la Cámara baja del Parlamento, disuelta el mes anterior por la Junta Militar, en un golpe que permitió a los islamistas recuperar el poder logrado en las urnas.

Sin embargo, en noviembre de 2012 la violencia volvió a las calles de El Cairo después de que emitiera un decreto que le situaba por encima de la ley, que finalmente fue revocado ante la oleada de protestas por parte de la oposición, aunque conservó algunas polémicas provisiones.

Entre junio y julio de 2013 estalló una nueva ola de violencia protagonizada por opositores al presidente que durante días se manifestaron en la plaza Tahrir para exigir su dimisión.

La crisis se agravó el 3 de julio después de que el Ejército suspendiera la Constitución, depusiera a Mursi mediante un golpe de Estado y situara al presidente del Constitucional en su lugar.

Días después, el 26 de julio, la justicia egipcia ordenó prisión preventiva por su implicación en la muerte de manifestantes y en los incidentes ocurridos en los alrededores del palacio presidencial de Itihadiya el 5 de diciembre de 2012 y por sus supuestos vínculos con el grupo palestino Hamás para perpetrar "acciones enemigas contra el país".