Fue arrestado por maltrato infantil contra sus dos hijastras y su hijo biológico.
El japonés, de 45 años, Takahiro Goto asignaba quehaceres domésticos a sus tres hijos y les revisaba las tareas del colegio, como cualquier padre. La diferencia es que cuando estos no cumplían con los deberes les ponía un collar de choque.
El collar que Goto usaba fue diseñado para animales, específicamente perros, y funciona con un control remoto para evitar que ladren demasiado.
Según lo informado a medios, el abuso salió a la luz cuando la hijastra mayor, de 17 años, le contó a un profesor que tanto ella como su hermana de 11 años y su hermano de 13 eran castigados de esa forma. El educador reportó el hecho a un centro de consulta infantil que luego tomó a los menores bajo su protección.
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Al enterarse del caso, la Policía interrogó al padre, quien se excusó diciendo que usó el dispositivo para “disciplinar a los niños cuando no seguían las reglas”. Después de comprobar la información, Goto fue arrestado bajo el cargo de maltrato infantil.
Los uniformados sospechan que el hombre tenía la costumbre de aplicar ese castigo desde que su hijastra mayor tenía 5 años y que incluso usara pistola de aturdimiento.
Este hecho es similar al de una niñera que envenenó a un bebé de 2 años porque “estaba de mal humor”.
De igual manera hace unos días otro padre empleaba el mismo método de castigo con sus hijos, usando una pistola eléctrica.
La Policía nipona informo el caso después de que el arrestado reconociera que que castigaba a sus dos hijas, de 17 y 13 años, y su hijo, de 11, con una pistola eléctrica «cuando no hacían caso».
El menor de los niños presentaba una quemadura leve en uno de sus brazos pero las niñas no tenían marcas visibles.
