Una niña tuvo que ser atendida de urgencia tras el terrible accidente que sufrió en su escuela, cuando cayó al suelo de boca con tan mala suerte que el lápiz que sujetaba en una de sus manos se le incrustó en el cuello.
El dramático hecho ocurrió en una escuela de Toronto, Canadá. Allí una pequeña de 11 años jugaba durante un recreo, mientras llevaba en una de sus manos un lápiz de madera. Repentinamente la menor tropezó y se fue al piso sin antes poder soltar el útil escolar.
La mecánica del accidente fue tan terrible e impactante que la niña cayó sobre la punta del lápiz, el que se le incrustó en el lado izquierdo del cuello. Tras el incidente, la víctima fue trasladada de urgencia al hospital regional y allí informaron que sufría un 'Traumatismo pediátrico penetrante en el cuello'.
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Además se estableció que 'el lápiz estaba alojado en su arteria carótida común izquierda causando un bloqueo total'. Pero como los signos vitales eran estables, los profesionales procedieron a realizarle una intervención quirúrgica para retirarle el objeto.
Los informes indicaron que la niña fue dada de alta y se le permitió regresar a casa dos días después de la cirugía, pero luego fue monitoreada y se le realizaron ecografías regularmente.
En el año 2013 un accidente similar se cobró la vida de otro menor. Benjamín Apablaza, se encontraba con muerte cerebral tras sufrir un accidente escolar que lo dejó con un lápiz enterrado en uno de sus ojos, falleció ese mismo día.
El Departamento de Comunicaciones del Hospital Roberto del Río, donde se encontraba internado en la Unidad de Pacientes Críticos desde la tarde de este viernes, confirmó la noticia.