Una historia ocurrida en Hangzhou, China, ha conmovido el corazón de muchos, no solo de ese país sino del mundo entero, ya que muestra lo que puede llegar a hacer una madre al borde de la desesperación con tal de que su hijo se encuentre bien, aunque no sean siempre las mejores formas.
Resulta ser que el pasado 13 de mayo, los empleados de un KFC, ubicado en dicha ciudad, se percataron que en una de sus mesas había pasado durante un largo rato, solo, un niño de unos 6 años, el cual estaba comiendo y deambulando desde hace rato por el lugar.
Los empleados del KFC llamaron a la policía. Llegaron al lugar y uno de los agentes trató de hablar con el niño, pero no le respondió. Al revisarlo, encontraron una nota en uno de sus bolsillos que indicaba que el niño era autista y que la madre había decidido abandonarlo, ya que no podía seguir manteniéndolo
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El niño fue llevado a la estación de policía y horas más tarde fue enviado a un hogar para niños abandonados o que son víctimas de maltrato.
La madre del menor fue identificada gracias a una cámara de seguridad y dos días después fue detenida. Ante las autoridades narró que tiene 28 años y que el padre de su hijo los abandonó hace 3 años; además aseguró que lo que gana en su trabajo no le alcanza para mantenerlo.
El niño continúa en el albergue y ya muchas familias se han interesado en el caso, comprometiéndose en ayudar al pequeño a salir adelante, mientras que su madre continúa detenida hasta que concluya la investigación.