Colombo, 15 may (Prensa Latina) Sri Lanka impuso un toque de queda por segunda noche consecutiva y arrestó a varias personas después de ataques contra tiendas musulmanas, vehículos y mezquitas que dejaron un muerto, mientras la violencia contra esa comunidad empeora.
En la provincia noroccidental del país un hombre musulmán fue asesinado por turbas armadas con espadas, que incendiaron además tiendas y vehículos de propiedad musulmana.
Hogares y mezquitas también fueron destrozados por grandes grupos de personas con palos y armas.
Anoche, la policía anunció otro toque de queda en todo el país para intentar detener la violencia, a partir de las 21:00 hasta las 04:00, hora local.
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El gobierno también impuso una prohibición en las redes sociales para prevenir la propagación de rumores y comentarios de odio, dijo la Autoridad Reguladora de las Telecomunicaciones.
En un discurso a la nación el lunes, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, dijo que se pidió a los militares que calmaran los disturbios anti-musulmanes e instó a la cooperación pública a las fuerzas de seguridad para controlar la situación.
Wickremesinghe indicó que la violencia de un puñado de personas solo obstaculizó las investigaciones en curso sobre los ataques suicidas con bombas del grupo extremista islámico local Thowheeth Jama'ath (NTJ).
El principal líder de la oposición, Mahinda Rajapaksa, culpó al gobierno por su incapacidad para controlar la violencia.
En tanto, el Teniente General del Ejército, Mahesh Senanayake, advirtió que quien instigue a la violencia y destruya propiedades que las fuerzas armadas no dudarían en usar la máxima fuerza.
Mientras tanto, el presidente Maithripala Sirisena emitió un aviso en un boletín que prohíbe a tres organizaciones extremistas islámicas, incluida Thowheeth Jama'ath, que se atribuyó los atentados del Domingo de Pascua.
Las otras dos organizaciones prohibidas son Jama'athe Milla'athe Ibrahim (JMI) y Willayath As Seylani. También prohibió el uso de drones en el país hasta nuevo aviso.
