El escalofriante descubrimiento de un bebé recién nacido, con el cordón umbilical aún sin cortar, dentro de una lavadora en Tailandia, ha conmocionado al mundo.
El niño fue encontrado en una lavadora afuera de una tienda en Krabi, al sur de Tailandia. La dueña de la tienda cerró el local y al regresar días después escuchó el llanto de un bebé. Sangduen Khaorueng, de 47 años, asumió que el sonido venía de la casa de un vecino, pero cuando empezó a buscar encontró al pequeño dentro de una lavadora y alertó a las autoridades, reportó Daily Mail. Los rescatistas calculan que el bebé podría tener unos cinco días de nacido y fue abandonado después de nacer.
Al llegar la policía y los paramédicos encontraron al bebé en buen estado de salud, pero muy hambriento. El recién nacido estaba envuelto en una toalla dentro de la lavadora. Si las autoridades no logran encontrar a la madre del pequeño, podría ser enviado a un orfanato.
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El teniente de la policía Sanya Kaewnui reveló que el bebé había sido enviado a un hospital local, donde está siendo atendido. “Es afortunado que estuviera llorando o nadie hubiera notado que estaba dentro de la lavadora”, dijo, añadiendo que si no encuentran a sus padres biológicos será dado en adopción.
Hace tres años, la organización sin ánimos de lucro Safe Haven Baby Boxe ha instalado ocho buzones con el tamaño justo para alojar a un recién nacido. Esto se realiza con el fin de proteger la vida de los bebés que son abandonado en calles, plazas y parques en Estados Unidos.
El interior de los buzones, se asemeja a pequeñas incubadoras que son dotadas de todo lo necesario para que un bebé se mantenga con vida hasta que lleguen los servicios de emergencia. Cuando el niño se pone en su interior, en 30 segundos salta una alarma y en menos de 5 minutos el niño es recogido por profesionales.