Una mujer de 28 años de la ciudad de Barakhoyevo, Rusia incendió su propia vivienda cuando sus hijos estaban dentro.
El insólito hecho se produjo luego de que ésta discutiera con su esposo, ya que ella tenía la intención de ponerlos en un orfanato.
En un evidente estado de ebriedad, producto del consumo de vodka, mojó todos los muebles y el piso con nafta, para luego encender una llama y salir corriendo hacia el exterior. Fue en ese momento en el que decidió quedarse parada observando lo que ocurría. Los testigos aseguraron que la madre "no hizo nada para tratar de salvar a sus hijos".
Un niño de cuatro años murió a causa de las quemaduras mientras su hermana menor fue rescatada por un vecino y llevada al hospital en una condición crítica, según detalló The Sun.
El alcalde de Barakhoyevo, Victor Nechaev, dio detalles del rescate de la niña : "Un vecino rompió una ventana y entró a la casa. Escuchó a la pequeña que estaba llorando en la habitación y la encontró acostada en la cama. La levantó y la sacó por la ventana".
Según fuentes policiales, el menor de cuatro años intentó esconderse debajo del sofá y perdió el conocimiento debido a los gases tóxicos. Sus restos carbonizados fueron encontrados más tarde por los bomberos después de apagar el fuego.
La pequeña sobreviviente aún lucha por su vida, con el 25 por ciento de su cuerpo quemado. En cuanto a la desalmada madre, su identidad no fue difundida, aunque ya se encuentra bajo arresto. Al momento de declarar, confesó el crimen y dijo que sentía "liberada ya que no eran una bendición, sino un problema para ella".