COLOMBO, Sri Lanka (AP) — Sri Lanka redujo el jueves en casi un tercio el número de muertos por los atentados suicidas del Domingo de Pascua, a 253, mientras las autoridades buscaban urgentemente al menos a cinco sospechosos más, temiendo la posibilidad de que se produzcan más ataques en los próximos días.
Al reducir el número de muertos de la cifra previa, de 359, un alto funcionario del Ministerio de Salud, el doctor Anil Jasinghe, explicó en una declaración que las explosiones habían dañado algunos cuerpos hasta dejarlos irreconocibles, lo que dificultó una identificación precisa.
Mientras tanto, los líderes religiosos cancelaron sus reuniones públicas de oración en medio de advertencias de que podría haber más ataques de este tipo, junto con la violencia sectaria de represalia. En una advertencia inusualmente específica, la embajada de Estados Unidos en Sri Lanka dijo que los lugares de culto podrían ser atacados por extremistas este fin de semana.
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El padre de dos de los presuntos atacantes del Domingo de Pascua en Sri Lanka fue arrestado el jueves bajo sospecha de ayudar a sus hijos, según un exjefe de la naval del país.
Por toda Colombo y Negombo, la ciudad costera al norte de la capital en donde un ataque con bomba dejó a 110 personas muertas, los residentes y oficinistas permanecían al interior y las tiendas estaban cerradas, dejando a ambas ciudades inusualmente en silencio.
El primer ministro Ranil Wickremesinghe dijo a The Associated Press que todavía hay sospechosos prófugos y que podrían traer explosivos. La policía informó que busca a tres mujeres y un hombre sospechosos de estar involucrados en el atentado reivindicado por el Estado Islámico.
El exjefe de la naval Jayanath Colombage, ahora un experto en contraterrorismo, confirmó a la AP el arresto del padre de dos de los supuestos agresores. Agregó que no queda claro si el padre o su casa, en donde una explosión el domingo mató a tres agentes policiales, estuvo bajo vigilancia antes de los ataques.
El vocero de la policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekera, informó que 58 personas han sido detenidas desde los ataques.
El reverendo Niroshan Perera, quien dirige los funerales de los fallecidos en la explosión de Negombo en la Iglesia de San Sebastián, dijo que las iglesias católicas en la ciudad, conocida como la “Pequeña Roma” por sus múltiples inmuebles religiosos, estaban cerradas y cancelaron misas por consejo de las autoridades de seguridad.
Perera dijo que un oficial le advirtió que la policía todavía buscaba a dos sospechosos armados.
“Estamos nerviosos”, dijo.
Había pocas personas en el acaudalado barrio de Dematagoda, en donde los investigadores registraron la casa y arrestaron al padre de los sospechosos, una mansión con nueve balcones frontales en donde los investigadores dijeron que los sospechosos detonaron una novena bomba el domingo que mató a tres agentes policiales que los buscaban.
La autoridad de aviación civil también prohibió los drones y las aeronaves no tripuladas mientras las autoridades seguían practicando explosiones controladas de objetos sospechosos cuatro días después de los ataques suicidas.