Uno de los atacantes suicidas que se hicieron estallar el domingo contra iglesias cristianas y hoteles de lujo en Sir Lanka, dejando un saldo de al menos 290 muertos y 500 heridos, fue identificado por la policía local como Insan Seelavan, dueño de una pequeña fábrica.
El hombre se hizo explotar en el hotel Shangri-La, donde murieron numerosos extranjeros, y las autoridades creen que tendría vínculos con los otros atacantes suicidas, según indicó el periódico ceilandés Daily Mirror.
Seelavan era dueño de una pequeña fábrica en la ruta entre Avissawella y Wellampitiya, y la policía ha arrestado a nueve de sus empleados en medio de las investigaciones.
En total, las fuerzas de seguridad han detenido a 24 personas y el gobierno ha decretado el estado de emergencia.
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Ocho explosiones sacudieron el domingo a la ciudad de Colombo, la más poblada de Sri Lanka, causando casi 300 muertos y 500 heridos. Se trató de una combinación de ataques suicidas y estallidos en tres iglesias cristianas, mientras se celebraba la Pascua, y tres hoteles de lujo.
Por el momento ningún grupo terrorista se ha atribuido los ataques, aunque el gobierno apunta contra la organización islamista local National Thowheeth Jama'ath (NTJ), y se han reportado festejos en redes sociales entre los simpatizantes del Estado Islámico (ISIS, en inlgés).
De acuerdo al sitio de monitoreo yihadista Site, un fanático conocido del ISIS publicó las fotos de tres presuntos "comandos suicidas" del grupo terrorista que habrían participado en los ataques, aunque esta información no ha sido confirmada y tampoco fue publicada por los canales oficiales de los terroristas, como la agencia Amaq.
Los tres presuntos militantes están identificados como Abu Ubaida, Abulbarra y Abul Muktar, y se muestran armados con cuchillos y fusiles de asalto tipo AK-47, con la bandera del ISIS a sus espaldas.
Una novena explosión fue registrada este lunes cuando la policía intentaba desactivar una bomba en una camioneta frente al Santuario de San Antonio, una de las iglesias católicas atacadas el domingo.
Además, las fuerzas de seguridad hallaron 87 detonadores en una estación de autobuses en Colombo, presuntamente pertenecientes a los atacantes.
Sri Lanka decretó este lunes la entrada en vigor del estado de emergencia a partir de medianoche (18:30 GMT) en aras de la seguridad pública y una jornada de luto nacional para el martes, luego de que el domingo se decretara un toque de queda y se bloquearan las redes sociales.
La violencia religiosa es relativamente inusual en Sri Lanka, país donde el 99% se considera fiel a algún credo y el 70% profesa el budismo, mientras que existen importantes minorías de hindúes (12,6%), musulmanes (9,7%) y cristianos (7,4%).